Por segundo año consecutivo España empeora en el ranking global de corrupción

Esta calificación, recogida en el informe del Índice de Percepción de la Corrupción, sitúa a España en la posición 35 del ranking global que forman 180 países

Por segundo año consecutivo España empeora en el ranking global de corrupción

Autor: Anais Lucena

España baja un punto, por segundo año consecutivo, en la clasificación del Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) de 2022 que publica este martes la organización Transparencia Internacional (TI), con una puntuación de 60 sobre 100, igual que la de otros países como Botsuana, Cabo Verde y San Vicente y las Granadinas. Un dato que muestra, según señala la organización, que España «no avanza en sus esfuerzos de prevención y lucha contra la corrupción».

Esta calificación, recogida en el informe del Índice de Percepción de la Corrupción, sitúa a España en la posición 35 del ranking global que forman 180 países. Desciende así un puesto con respecto a 2021 y tres en relación con 2020.

En el ámbito de la Unión Europea, España logra mantenerse en el puesto número 14 de los 27 Estados miembros, dos puntos por debajo de Portugal y Lituania (62/100) y solo un punto por encima de Letonia (59/100).

Con una puntuación media de 66 sobre 100, Europa Occidental y la Unión Europea vuelve a ser la región mejor valorada en el IPC. Sin embargo, el informe también señala que el progreso y las mejoras se han estancado en la mayoría de los países durante más de una década. De los 31 países de la región, sólo seis han mejorado su puntuación, mientras que siete la han empeorado.

Los países que lideran las buenas prácticas son Dinamarca (90/100), Finlandia (87/100), Noruega (84/100), Islandia (74/100) y Suecia (83/100) y los que han obtenido peores resultados son Rumanía (46/100), Bulgaria (43/100) y Hungría (42/100). Diez países han registrado la puntuación más baja de su historia, entre ellos el Reino Unido (73/100), que ha bajado cinco puntos desde el año pasado.

El IPC clasifica a 180 países y territorios según sus niveles percibidos de corrupción en el sector público, a través de datos obtenidos de 13 fuentes expertas externas, en una escala de cero (muy corrupto) a 100 (muy transparente), explica la organización.

Una «clara señal de riesgo» de seguir descendiendo en el ranking

De acuerdo con la metodología del IPC, una diferencia de un punto en un año no supone un descenso estadísticamente significativo, según explica el comunicado de Transparencia Internacional, pero una caída por segundo año consecutivo, como la que ha experimentado España en su clasificación es «clara señal de riesgo y peligro de seguir descendiendo» en el año siguiente.

Transparencia Internacional alerta de que en España «sigue latente un nivel de factores que incide en el buen funcionamiento de las instituciones democráticas y elevan el riesgo de corrupción».

España se ha visto afectada, según la ONG, en los parámetros medidos en el Global Risks Report 2022, del Foro Económico Mundial (WEF-GRR), porque le ha dado una peor puntuación en la categoría de pagos irregulares en servicios públicos, exportaciones e importaciones y decisiones judiciales en casos de corrupción.

Por otra parte, llama la atención sobre el hecho de que, a pesar de que España dispone el Código de Conducta de las Cortes Generales, más de la mitad de los parlamentarios no publican sus agendas institucionales y las que se publican «contienen información absolutamente desigual».

También destaca la inexistencia de transparencia de las reuniones que mantienen, aspectos todos ellos que, en su conjunto, inciden «en la capacidad de España de seguir avanzando en materia anticorrupción», añade.

«Las demoras en sacar adelante las reformas legales han pasado factura»

La presidenta de Transparencia Internacional España, Silvia Bacigalupo, cree «de haberse materializado de forma efectiva» las «reformas legales anunciadas» para la prevención y lucha contra la corrupción, España se «podría haber recuperado» del descenso sufrido en el ranking en 2021.

«Las demoras en sacar adelante las reformas legales necesarias han pasado factura», ha advertido Bacigalupo, que hace «un llamamiento al Parlamento» para que «no demore más en sacar adelante las leyes necesarias destinadas a la prevención de la corrupción y al refuerzo de la transparencia y la rendición de cuentas».

Manuel Villoria, miembro del Comité de Dirección de Transparencia Internacional España y catedrático de Ciencia Política, entrevistado en Las Mañanas de RNE, ha avisado del retroceso y ha mostrado su confianza en que si se aprueban las reformas comprometidas el año que viene mejore la clasificación de España. 

Villoria cree que el problema es la «politización partidista de todos los partidos» porque intentan «controlar todo y las agencias anticorrupción y organismos anticorrupción siempre tienen el control político por detrás».

Sobre la reforma del delito de malversación, el catedrático considera que «hace más sencillo el despilfarro», porque lo «castiga menos» y es «uno de los grandes problemas» porque España, según ha afirmado, tiene «una enorme cantidad de dinero que no se usa adecuadamente, que se usa con criterios partidistas, clientelares, y muchas veces no es para quedarse con el dinero, pero sí es para usarlo indebidamente».

Fuente: RTVE

España baja un punto, por segundo año consecutivo, en la clasificación del Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) de 2022 que publica este martes la organización Transparencia Internacional (TI), con una puntuación de 60 sobre 100, igual que la de otros países como Botsuana, Cabo Verde y San Vicente y las Granadinas. Un dato que muestra, según señala la organización, que España «no avanza en sus esfuerzos de prevención y lucha contra la corrupción».

Esta calificación, recogida en el informe del Índice de Percepción de la Corrupción, sitúa a España en la posición 35 del ranking global que forman 180 países. Desciende así un puesto con respecto a 2021 y tres en relación con 2020.

En el ámbito de la Unión Europea, España logra mantenerse en el puesto número 14 de los 27 Estados miembros, dos puntos por debajo de Portugal y Lituania (62/100) y solo un punto por encima de Letonia (59/100).

Con una puntuación media de 66 sobre 100, Europa Occidental y la Unión Europea vuelve a ser la región mejor valorada en el IPC. Sin embargo, el informe también señala que el progreso y las mejoras se han estancado en la mayoría de los países durante más de una década. De los 31 países de la región, sólo seis han mejorado su puntuación, mientras que siete la han empeorado.

Los países que lideran las buenas prácticas son Dinamarca (90/100), Finlandia (87/100), Noruega (84/100), Islandia (74/100) y Suecia (83/100) y los que han obtenido peores resultados son Rumanía (46/100), Bulgaria (43/100) y Hungría (42/100). Diez países han registrado la puntuación más baja de su historia, entre ellos el Reino Unido (73/100), que ha bajado cinco puntos desde el año pasado.

El IPC clasifica a 180 países y territorios según sus niveles percibidos de corrupción en el sector público, a través de datos obtenidos de 13 fuentes expertas externas, en una escala de cero (muy corrupto) a 100 (muy transparente), explica la organización.

Una «clara señal de riesgo» de seguir descendiendo en el ranking

De acuerdo con la metodología del IPC, una diferencia de un punto en un año no supone un descenso estadísticamente significativo, según explica el comunicado de Transparencia Internacional, pero una caída por segundo año consecutivo, como la que ha experimentado España en su clasificación es «clara señal de riesgo y peligro de seguir descendiendo» en el año siguiente.

Transparencia Internacional alerta de que en España «sigue latente un nivel de factores que incide en el buen funcionamiento de las instituciones democráticas y elevan el riesgo de corrupción».

España se ha visto afectada, según la ONG, en los parámetros medidos en el Global Risks Report 2022, del Foro Económico Mundial (WEF-GRR), porque le ha dado una peor puntuación en la categoría de pagos irregulares en servicios públicos, exportaciones e importaciones y decisiones judiciales en casos de corrupción.

Por otra parte, llama la atención sobre el hecho de que, a pesar de que España dispone el Código de Conducta de las Cortes Generales, más de la mitad de los parlamentarios no publican sus agendas institucionales y las que se publican «contienen información absolutamente desigual».

También destaca la inexistencia de transparencia de las reuniones que mantienen, aspectos todos ellos que, en su conjunto, inciden «en la capacidad de España de seguir avanzando en materia anticorrupción», añade.

«Las demoras en sacar adelante las reformas legales han pasado factura»

La presidenta de Transparencia Internacional España, Silvia Bacigalupo, cree «de haberse materializado de forma efectiva» las «reformas legales anunciadas» para la prevención y lucha contra la corrupción, España se «podría haber recuperado» del descenso sufrido en el ranking en 2021.

«Las demoras en sacar adelante las reformas legales necesarias han pasado factura», ha advertido Bacigalupo, que hace «un llamamiento al Parlamento» para que «no demore más en sacar adelante las leyes necesarias destinadas a la prevención de la corrupción y al refuerzo de la transparencia y la rendición de cuentas».

Manuel Villoria, miembro del Comité de Dirección de Transparencia Internacional España y catedrático de Ciencia Política, entrevistado en Las Mañanas de RNE, ha avisado del retroceso y ha mostrado su confianza en que si se aprueban las reformas comprometidas el año que viene mejore la clasificación de España. 

Villoria cree que el problema es la «politización partidista de todos los partidos» porque intentan «controlar todo y las agencias anticorrupción y organismos anticorrupción siempre tienen el control político por detrás».

Sobre la reforma del delito de malversación, el catedrático considera que «hace más sencillo el despilfarro», porque lo «castiga menos» y es «uno de los grandes problemas» porque España, según ha afirmado, tiene «una enorme cantidad de dinero que no se usa adecuadamente, que se usa con criterios partidistas, clientelares, y muchas veces no es para quedarse con el dinero, pero sí es para usarlo indebidamente».

Fuente: RTVE


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