El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso ha anunciado este lunes 21 de marzo que Moscú pone fin a las negociaciones con Tokio sobre un tratado de paz, junto a otra serie de medidas, a consecuencia de la «evidente naturaleza hostil» de las sanciones unilaterales introducidas por Japón contra Rusia por su operativo militar en Ucrania.
«La parte rusa, en las condiciones actuales, no tiene la intención de continuar las negociaciones con Japón sobre un tratado de paz debido a la imposibilidad de discutir la firma del documento, fundamental para las relaciones bilaterales, con un Estado que toma posiciones abiertamente hostiles y busca dañar los intereses de nuestro país», reza el comunicado del organismo.
En paralelo, para los ciudadanos japoneses llega a su fin la posibilidad de viajar a Rusia sin el requerimiento de un visado. Una ventaja que tenían y que quedó establecida, hasta ahora, con dos pactos. El primero, «sobre la base de acuerdos de intercambios sin visado entre las islas Kuriles del Sur, en la Federación de Rusia, y Japón», datado del 1991 y el segundo, que se firmó para «facilitar el máximo las visitas de antiguos residentes japoneses de las Kuriles del Sur a sus antiguas residencias», firmado el 1999.
Además, Moscú abandona su diálogo con Tokio, destinado a establecer actividades económicas conjuntas en las islas Kuriles del Sur, y bloquea la extensión del estatus de Japón como socio de la Cooperación Económica del Mar Negro (BSEC, por sus siglas en inglés) «en el diálogo sectorial».
«Toda la responsabilidad por el daño a la cooperación bilateral y a los intereses del propio Japón recae a Tokio, que optó deliberadamente por una postura antirrusa en lugar de desarrollar una cooperación mutuamente beneficiosa y una buena vecindad», concluye el Ministerio.
El tratado de paz entre Rusia y Japón no ha sido suscrito debido a que la parte nipona reclama a Moscú los islotes de Iturup, Kunashir, Shikotan y Habomai -que forman el archipiélago de las Kuriles del Sur-, que pasaron a formar parte de la URSS al término de la Segunda Guerra Mundial.
En 1956, Japón y la URSS firmaron una declaración que puso fin al estado de guerra entre ambos países, y Moscú aceptó entregar Shikotan y Habomai a Tokio después de la firma de un tratado de paz, algo que a día de hoy aún no se ha producido.
Aunque Japón ratificó esa declaración, posteriormente abandonó su implementación y reclamó la devolución de las restantes islas Kuriles del Sur —Iturup y Kunashir— antes de la firma del tratado de paz, en función del Tratado Bilateral de Comercio y Fronteras que el país nipón firmó con Rusia en 1855.
Fuente: RT.