Si tienes una vida demasiado estresada te recomendamos probar esta nueva técnica sexual que está revolucionando las terapias contra el estrés.
Se trata de una sesión de sexo duro en que tienes que sacar tu animal interno e incluso atreverte a ocupar cierta violencia, juguetes y todo lo que se te ocurra para tener una experiencia de sexo duro, que literalmente va a resetear tu sistema nervioso y te hará eliminar todas las tensiones.
Cuatro posiciones ‘Primal Scream’
Esta terapia se basa en el sexo más primitivo, es decir, en el que el romanticismo tiene poca cabida, al menos durante el coito. Por ello, para que la sesión anti-estrés tenga resultados óptimos, debes hacer el amor en las posiciones correctas. Te damos unas cuantas ideas:
1) El exprimidor
Ella se coloca encima del hombre pero dándole la espalda. Se inclina y apoya sus manos sobre las piernas. Esta posición favorece el ensanchamiento de las caderas de la mujer y hace más fácil la introducción del pene. Además, la visión del hombre facilita la erección. La mujer experimentará una gran liberación de estrés al ser ella la que domina la situación. Los cachetes y gritos están permitidos, ya que, recuerda, se trata de una terapia.
2) El perro profundo
No es ‘el perrito común’. En esta postura, la mujer no tiene las piernas en ángulo recto, sino que sus extremidades forman un ángulo de 140 grados. Las rodillas están a la altura de las del hombre, cuya espalda se encuentra erguida durante la penetración.
La cara de ella está en contacto con la superficie horizontal. El hombre puede presionar su rostro para que no se levante, dominando así a la mujer, que tiene el trasero en pompa para facilitar el acceso del pene. Para aumentar la intensidad del coito, él debe agarrarle de las caderas para darle empuje con más potencia, liberando así todo el estrés. Ella, por su parte, restará su ansiedad al sentirse dominada por la pareja, pues le permitirá sacar su lado más instintivo.
3) El caballo
Parecida a ‘el perrito’, pero más animal. El hombre está de pie y ella a cuatro patas. La penetración profunda hará que los gemidos sonoros sean inevitables. Él la agarra del pelo, que preferiblemente debe estar compacto en una coleta o trenza. Esta postura tan intensa se puede realizar tanto en la cama como en el sofá.
Una buena cabalgada, con riendas de pelo o sin ellas, es un buen revulsivo contra el estrés y la ansiedad. Lo mejor es comenzar despacio y con buena letra, y aumentar intensidad y ritmo según vaya pasando el tiempo.
4) De pie
Hacerlo de pie contra una encimera de cocina, en un escritorio, en el pasillo o contra el armario. Cualquier sitio es bueno para realizar esta postura, en la que ambos pueden encontrarse cara a cara o no, pues ella puede estar de espaldas apoyada contra una superficie vertical. Se trata de una posición muy erótica y liberadora, ya que tiene ese toque de improvisación y potencia que vuelve locos a ambos sexos.