El primer ministro de Perú, Aníbal Torres, descartó este miércoles 6 de abril la posibilidad de presentar su renuncia en medio de la tensión política que atraviesa el gobierno de Pedro Castillo, asediado por manifestaciones en su contra desde la semana pasada.
Tras una junta de ministros para analizar la grave situación generada por las protestas, con seis muertos y varios heridos y detenidos, Torres ofreció una rueda de prensa junto a los titulares de todas las carteras. «No he presentado mi renuncia. El Gabinete está muy sólido. Estoy muy contento con este equipo que viene trabajando por el bien del país», afirmó.
No obstante, aclaró que de presentar su renuncia lo haría «con mucha alegría y con mucha lealtad» hacia el presidente Pedro Castillo, que puede «reestructurar su gabinete (ministerial) en cualquier momento».
El primer ministro volvió a hacer un llamado al diálogo a los sectores opositores que piden la renuncia del mandatario, luego de dos intentos de destitución presidencial promovidos por el Parlamento: «Necesitamos paz política y ya se lo manifestamos al Congreso«, dijo. Y añadió: «Si hay inestabilidad política, hay inestabilidad económica y en todas las otras áreas».
Según el ministro Torres, la crisis institucional y la presión de medios opositores causa desconfianza en los empresarios que están dispuestos a hacer inversiones en el país, pero que no lo hacen por temor.
«No somos comunistas -sostuvo-. Abogamos por una economía social de mercado, la cual exige que se combata a los monopolios y oligopolios. Son esos sectores los que quieren derribar al presidente Castillo. Pero no lo van a conseguir, vamos a seguir trabajando por el pueblo peruano».
Torres denunció la existencia de «infiltrados en las manifestaciones», que tienen como único objetivo «sembrar el caos en el país atacando la propiedad pública y privada para forzar un escenario que se presente como insostenible y se fuerce la renuncia» de Castillo o «allanar el camino para una nueva moción de vacancia» presidencial.
Las manifestaciones fueron iniciadas el lunes 28 de marzo por transportistas de carga pesada ante el alza del precio de los combustibles, el costo de los peajes y el incumplimiento de los acuerdos del 3 de noviembre de 2021 por el Ejecutivo.
Al día siguiente, Castillo anunció una serie de medidas «focalizadas» para enfrentar la subida de los carburantes, cuyo precio se vio afectado por la subida del petróleo a nivel internacional. No obstante, las protestas se mantuvieron, con hechos de violencia y actos vandálicos en varias regiones.
El lunes por la noche, Castillo anunció un toque de queda, desde las 02:00 de la mañana hasta las 11:59 de la noche del martes 5 de abril, para la provincia de Lima y su vecina Callao. Pero la medida, que fue duramente cuestionada por la prensa por considerarla excesiva, causó un efecto contrario, puesto que el mismo día cientos de personas salieron a marchar y se registraron choques con la Policía.
Castillo decidió entonces, en horas de la noche, derogar la medida restrictiva, lo que fue interpretado por la oposición como un reflejo más de su presunta falta de idoneidad para el cargo.
Fuente: RT.