Vladímir Putin respondió a las acusaciones de Joe Biden sobre el supuesto carácter «amenazante» de los desplazamientos de las tropas rusas cerca de las fronteras con Ucrania y declaró durante la teleconferencia con su homólogo estadounidense que no se debe responsabilizar a Rusia de la escalada de tensiones mientras la OTAN emprende «peligrosos intentos de militarizar el territorio ucraniano» y va aumentando las capacidades militares en las inmediaciones de Rusia, informa el Kremlin en un comunicado sobre los resultados de la reunión virtual no televisada.
Ante esta situación, Moscú quisiera obtener «garantías fiables y jurídicamente vinculantes que excluyan la expansión de la OTAN hacia el este y el despliegue de sistemas de armas ofensivas en los países vecinos», agregó el comunicado de la presidencia rusa.
El tema de Ucrania y la crisis en la región de Donbass en medio de la falta de avances en el cumplimiento de los acuerdos de Minsk de 2015 —»la base para la solución pacífica que no tiene alternativas», según destacó el Kremlin— ha sido clave en la conversación de los mandatarios.
Putin dio ejemplos concretos que demuestran la «línea destructiva de Kiev» que va en contra de los acuerdos de Minsk y manifestó serias preocupaciones sobre las «acciones provocativas de Kiev contra Donbass». Ambos presidentes acordaron encargar a sus representantes el inicio de las consultas sobre los temas y problemas mencionados.
Entre otros asuntos, los mandatarios intercambiaron opiniones sobre la ciberseguridad, remarcando la importancia de continuar el diálogo al respecto y la cooperación en materia legislativa y técnica en la lucha contra los delincuentes cibernéticos.
También abordaron el estado del acuerdo internacional sobre el programa nuclear iraní, conocido como Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC), expresando la esperanza de que las negociaciones en Viena, que se reanudaron a finales de noviembre, sean constructivas y permitan encontrar soluciones aceptables para todos los participantes. En ese sentido, Putin destacó que es precisa una plena implementación del acuerdo dentro del marco inicialmente establecido.
En lo que concierne a las relaciones bilaterales entre Moscú y Washington, los presidentes constataron que «la cooperación sigue siendo insatisfactoria», lo que se refleja en las dificultades que experimentan las misiones diplomáticas de ambas naciones después de las expulsiones de los empleados. El mandatario ruso subrayó que todo esto es resultado de la política de las autoridades norteamericanas «que hace cinco años empezaron a hacer uso de las restricciones a gran escala, prohibiciones y expulsiones masivas de los diplomáticos rusos», a lo que el Kremlin se vio obligado a responder de igual manera.
Para normalizar la situación y mejorar también otros aspectos de las relaciones entre ambos países, Moscú propuso eliminar todas las restricciones que actualmente se aplican al funcionamiento de las misiones diplomáticas.
Tras la reunión virtual, la Presidencia rusa calificó la conversación entre Putin y Biden como «franca». Además de los temas de actualidad, los mandatarios recordaron la cooperación de sus naciones durante la Segunda Guerra Mundial y subrayaron que las víctimas de aquellos tiempos no deben ser olvidadas, mientras que aquella colaboración histórica debe servir de ejemplo para el trabajo conjunto hoy en día.
La videoconferencia entre Putin y Biden tuvo lugar cinco meses después de su primer encuentro cara a cara, celebrado el pasado 16 de junio en Ginebra. Esta vez, la reunión llegó en medio de las crecientes tensiones, relacionadas con la situación en la frontera ruso-ucraniana y la expansión de la OTAN hacia el este, calificada por el Kremlin como «una línea roja».
Por su parte, el mandatario estadounidense señaló que «no acepta líneas rojas de nadie» y prometió mantener una «larga discusión» con su homólogo ruso sobre las tensiones entre Rusia y Ucrania. En este contexto, desde la Casa Blanca señalaron que las supuestas «actividades militares en la frontera con Ucrania» serían el punto clave de las negociaciones, en el marco de las cuales EE. UU. reafirmaría el apoyo a «la soberanía y la integridad territorial de Ucrania».
Fuente: RT.