La música docta, en todas partes es música de élites. Pero la gente de Improve Everywhere armó una orquesta callejera y puso un cartel que decía: “diríjanos”. La idea fue que los transeuntes tuviesen la posibilidad de dirigir una orquesta de clase mundial y que respondía a los cambios de ritmo de los “directores”. El resultado: una experiencia buenísima.
Ojalá algo así se pudiera replicar acá. ¿Cómo ns veríamos dirigiendo una orquesta en Baquedano, ponte tú?