¿Quién es Billy Joel?

Cinco álbumes tardó en alcanzar volúmenes considerables de ventas, pero ya ha colocado 150 millones de copias en 52 años de trayectoria

Daniel Carpinteyro

09/05/2023 7:51am

Como lirista de las grandes ligas, Billy Joel lleva una filosofía bajo el brazo a donde quiera que se presenta. Es una doctrina pragmática y sin aspavientos, pero consistente y anclada al concreto.

En 2017, el presentador nocturno Stephen Colbert preguntó a Billy Joel el motivo por el que no hubiera grabado un disco nuevo desde 1993. Inmutable, Joel respondió:

-He grabado doce álbumes, tal como los Beatles. Creo que he dicho lo que tengo que decir y ahora es mejor callar.

-Elton John dijo que debería sacar más álbumes -presionó Colbert.

-Y yo le dicho a Elton John que debería tener menos álbumes -remató Joel.

Billy Joel selecciona las cinco piezas favoritas de su trayectoria, azuzado por el presentador Stephen Colbert.

Tal vez sea esa ausencia de pretensión, tanto en su persona como en su trabajo, lo que impresiona de Billy Joel. Respecto a Piano man, la canción que lo lanzó a la fama en 1973, Joel comentó en una entrevista con 60 Minutos Australia:

«A decir verdad, no creo que sea una canción tan buena: es muy larga, está escrita en tiempo de 6/8, es muy repetitiva».

En sus propias palabras, Billy Joel trabaja para sí mismo. Aclara:

«No compongo para las disqueras, no compongo para las estaciones de radio, no compongo para los críticos, sino para mí mismo».

Esta transparencia y humildad, aquellos pies en la tierra no tan frecuentes entre compositores o intérpretes que han logrado vender 150 millones de álbumes, pareciera venir como una reacción en contra del padre que se esfumó de su vida.

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Su progenitor era el pianista académico alemán Helmut Joel, quien conoció a Rosalind Nyman, la madre de Billy, durante el desarrollo de una producción musical en el City College de Nueva York. Tras divorciarse de Rosalind, Helmut Joel regresó a Europa y se radicó en Austria, donde procreó otro hijo, Alexander Joel, director de cámara que llegó a asumir por un trienio la dirección musical del teatro y palacio operístico Staatstheater Braunschweig, en la Baja Sajonia. Helmut Joel nunca ocultó que consideraba a los estadounidenses un pueblo de escaso discernimiento estético, esencialmente embrutecido por el furor del consumo material.

Un camino de incertidumbre

«Muy alto o muy bajo, pero nunca en medias tintas,

puedes estar seguro de que cuando me haya ido

no estaré ahí afuera por mucho tiempo,

Cariño, no sé por que me voy a los extremos…»
I go to extremes (Storm Front, 1989)

Desde mucho antes de rozar la mayoría de edad, Billy Joel se vio orillado a tocar el piano en bares para apoyar a su progenitora, cuya situación de maternidad en soltería planteaba retos extraordinarios para la manutención del hogar.

Esta obligación de trabajar de noche impactó negativamente el desempeño académico del preparatoriano, que no logró conseguir su diploma de finalización de estudios en la preparatoria Hicksville. Esto le cerraba las puertas a un futuro universitario y parecía preparar el escenario para una vida adulta de pura precariedad.

Sin embargo, inspirado por estrellas del pop como Los Beatles o el rockero Elvis Presley, Joel asumió la convicción de apostar el todo por el todo en el camino de la música. Tocó de noche en bandas de covers británicos mientras de día fungía como jardinero, expendedor de gasolina e incluso escribió crítica de Rock, según recuerda, sin tener la menor idea de lo que estaba haciendo.

Su álbum debut, Cold Spring Harbor (Family Productions, 1971), pasó sin pena ni gloria a pesar de que la disquera invirtió casi medio millón de dólares en su producción.

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Más adelante grabó Piano Man, ya en Columbia Records, cuyas ventas resultaron igualmente irrelevantes. El compositor tuvo que llegar hasta el quinto álbum, The Stranger, para alcanzar el éxito comercial: el disco que contenía las inmortales piezas Vienna y Scenes from an Italian Restaurant (dos de las cinco predilectas de Billy Joel de toda su trayectoria como compositor)logró permanecer por seis semanas en el número 2 del US Billboard 200. Este sería el acceso al estrellato.

¿Es Billy Joel un compositor para boomers blancos de la costa noroeste de la Unión Americana? Algo es claro: su trabajo es el documento musical de una época, de una latitud y de una gente. Escuche su música quien tenga oídos, juzgue con su propio discernimiento lírico y musical.

¿Interesa a quien estas líneas lee las dos piezas predilectas del compositor que nos ocupa?

Captain Jack (1973): sin lugar a dudas el tópico más tétrico que llegó a abordar el artista: una noche típica en la vida de un narcomenudista citadino enganchado a su propia merca. Hay ecos simbolistas y sombras noir. Esa y We didn’t start the fire (1989), un alegato sobre la ausencia de años o décadas carentes de momentos históricos relevantes. El ejercicio consiste en un enlazamiento frenético de momentos que marcaron historia desde 1949, el año de nacimiento del compositor, hasta 1989, en que la pieza fue grabada. No hay en todo Billy Joel otra canción con tal amplitud de enfoque ni ambición conceptual.