Este domingo se celebró la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Ecuador y los resultados dieron por ganador a Daniel Noboa Azín, el candidato de la Acción Democrática Nacional, por sobre la correísta Luisa González. De esta forma, el empresario completará el mandato que Guillermo Lasso dejó inconcluso y gobernará el país hasta mayo de 2025.
Si bien era un desconocido en el mundo político hasta hace un par de meses, Noboa es miembro de una de las familias más poderosas de Ecuador, dedicada a la exportación bananera desde hace tres generaciones. Su padre, el empresario Álvaro Noboa Pontón, es el hombre más rico del país y fue candidato a la presidencia en cinco ocasiones, sin éxito.
Noboa estudió Administración de Negocios en la Universidad de Nueva York, y más tarde obtuvo el título de Administración Publica en Harvard Kennedy School y la maestría de Gobernanza y Comunicación Política en la Universidad George Washington.
Si bien fundó su primera empresa a los 18 años -dedicada a la organización de eventos- más tarde aprovechó los nexos de su padre e ingresó al rubro bananero: entre 2010 y 2018 fue parte de la Corporación Noboa, donde se desempeñó como director naviero y director comercial y de logística.
Noboa no pertenece a ningún partido político: la Acción Democrática Nacional se conformó el 2022 con el único objetivo de apoyar su candidatura presidencial. Y si bien asegura no tener afinidad hacia ninguna ideología, sus posturas son cercanas a la derecha. Ha manifestado su intención de reducir los impuestos y de reforzar la dolarización, además de militarizar las cárceles, los puertos y las aduanas, y construir prisiones marítimas para encerrar a los criminales más peligrosos. Por otro lado, su vicepresidenta, Verónica Abad, se define a sí misma como una mujer clásica de derecha y provida.
Tras conquistar la presidencia con el 52,1% de los votos -por delante del 47,9% de Luisa González-, Noboa se convertirá en el mandatario más joven de la historia de Ecuador, con apenas 35 años. Deberá hacerse cargo de un déficit fiscal de 5.000 millones de dólares, una economía estancada y unos carteles que se hacen cada día más poderosos.
Con apenas 14 escaños de los 137 que conforman la Asamblea Nacional, Noboa deberá buscar alianzas para gobernar. En este escenario, la balanza está inclinada hacia el corresísmo, pero si bien los 52 escaños conquistados por Revolución Ciudadana lo convierten en el partido más fuerte dentro del legislativo, tampoco cuentan con poder de veto para frenar las políticas de Noboa.
El gobierno de Noboa tendrá una duración de 16 meses, el tiempo que le quedaba a Guillermo Lasso, quien disolvió la Asamblea Nacional y llamó a elecciones para evitar un juicio político por malversación de fondos públicos. De todas formas, el presidente electo ya ha anunciado sus intenciones de postular a la reelección una vez termine su breve primer mandato.