El proyecto obtuvo 73 votos a favor, 71 en contra y 3 abstenciones, no logrando superar los positivos a la sumatoria de los negativos y abstenciones.
La Sala no logró reunir los votos necesarios para aprobar su idea de legislar. Ahora, el Gobierno solo podrá continuar con el trámite de la propuesta haciendo uso de su derecho de insistencia, sin embargo, hasta el momento, estaría descartado.
La iniciativa rechazada presentaba modificaciones al Código Tributario, Impuesto a la Renta y creaba un nuevo impuesto a la riqueza, entre otras norma.
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Un fuerte traspié tuvo ayer la primera propuesta legislativa de la reforma tributaria del Ejecutivo, al ser rechazada en su idea de legislar por la Sala de la Cámara de Diputadas y Diputados.
Al momento de las votaciones, el proyecto (boletín 15170) obtuvo 73 votos a favor, 71 en contra y 3 abstenciones. Si bien hubo un número mayor de votos favorables que los negativos, no superaron la sumatoria de estos y las abstenciones, como exige el reglamento. Con ello, se entiende por rechazada la propuesta, en este caso, en su idea de legislar en el primer trámite legislativo.
Ahora, para el Ejecutivo, resta evaluar si hará uso o no de su derecho de insistencia (art. 68 de la Constitución). En tal caso, el Presidente de la República “podrá solicitar que el mensaje pase a la otra Cámara y, si esta lo aprueba en general por los dos tercios de sus miembros presentes, volverá a la de su origen”. Además, define que “sólo se considerará desechado si esta Cámara lo rechaza con el voto de los dos tercios de sus miembros presentes”.
La propuesta legal analizada ayer consideraba enmiendas al Código Tributario y reestructuraba el impuesto a la renta. También avanzaba en limitar exenciones y combatir la elusión y evasión fiscal. Junto a ello, incorporaba un nuevo impuesto a la riqueza y entregaba recursos fiscales para dar nuevos beneficios a la clase media.
Cabe recordar que la iniciativa ingresó a trámite legislativo, a la Cámara, el 7 de julio de 2022. Desde entonces, el texto se abordó en la Comisión de Hacienda en donde fue objeto de variados cambios por solicitud de los parlamentarios.
Debate
La discusión de este proyecto se desarrolló en dos sesiones, una celebrada antes de ayer y otra ayer. En ella intervinieron más de 70 diputados y diputadas. Otra quincena quedó sin poder intervenir, dado que concluyó el tiempo de debate.
Las opiniones, en general, marcaron visiones opuestas. Así, independientes y partidos de oposición se expresaron en contra de la iniciativa. Estimaron que no va en el sentido correcto y hablaron de la necesidad de incentivar la inversión y el crecimiento. Igualmente, criticaron que no hubo diálogo y que se castiga a la clase media.
Por otro lado, independientes y partidos del oficialismo llamaron a apoyar el proyecto y refutaron argumentos de los anteriores. Remarcaron la necesidad de avanzar en justicia social y de aumentar la recaudación fiscal permanente para financiar materias como la reforma de pensiones y de salud.
Sectores medios plantearon tanto apoyos como rechazos al texto. En su mayoría sostuvieron críticas en materia de pymes y clase media.
A favor
Alberto Undurraga (DC) anunció el voto favorable de la mayoría de su bancada. Aclaró que buscaron durante el trámite que la reforma fuera lo más equilibrada posible. Su compañero de partido, Ricardo Cifuentes (DC) estimó que la iniciativa puede ser mejorada en puntos relacionados con las pymes o el IVA. No obstante, consideró que se deben recaudar recursos adicionales para abordar problemas permanentes del país.
Para Cristián Tapia (IND) la reforma no solo representa gasto, sino que, además, beneficiará áreas relacionadas con la inversión en ciencias y tecnología.
Jaime Sáez (RD) relevó que la propuesta avanza en dar certidumbre a los mercados. Asimismo, destacó que hay elementos de simplificación tributaria.
Alejandro Bernales (PL) recordó que hubo ocho meses de tramitación, donde el Gobierno presentó más de 90 indicaciones recogiendo, justamente, inquietudes de las y los diputados. Así, se mantuvo el régimen integrado para las pymes y se entregaron mayores beneficios en materia de investigación y desarrollo.
Una línea similar argumentó Gael Yeomans (PCS), quien remarcó que las indicaciones permitieron incrementar el apoyo a las pymes, haciéndose cargo de las deudas tributarias. De igual modo, se hicieron ajustes a la reforma que terminaron reduciendo la recaudación.
Matías Ramírez (PC), en tanto, valoró que se le entreguen mayores facultades al SII y a la Tesorería. “Es un acto de justicia”, acotó. Mientras que Ana María Gazmuri (IND) destacó las enmiendas en materia de Fondos de inversiones y la incorporación del Registro de beneficiarios finales.
Para Jaime Araya (IND), la reforma permitirá cumplir un principio básico de las sociedades modernas, que es que quienes tienen más paguen más y aquellos que tienen menos paguen menos.
Carlos Bianchi (IND) hizo ver que con esta propuesta se está invirtiendo en paz social. “Solo asegurando prestaciones básicas se va a generar el escenario propicio y la certeza necesaria para la inversión de capitales y el crecimiento”, acotó.
Por su parte, Raúl Soto (PPD) llamó a los extremos a flexibilizar sus posturas y llegar a un acuerdo. Así, criticó que unos rechacen la idea de legislar del proyecto y que los otros no acojan las propuesta de otros sectores.
En contra
Cristóbal Urruticoechea (PREP) pidió poner atención al golpe que se le dará con esta a la construcción y a la mano de obra.
Harry Jürgensen (IND) consideró que la reforma castiga el ahorro y la inversión, teniendo por fin solo recaudar, olvidando que los países para crecer necesitan capital, empleos y desarrollo económico. En una visión similar, Stephan Schubert (IND) alertó que habrá un retiro de los inversionistas y sostuvo que se genera un sistema tributario más complejo.
Para Miguel Ángel Calisto (IND), se debe ser responsable con la reforma. Estimó que aspectos tales como la inflación y la desestabilización en América Latina, así como la delincuencia e inmigración, no dan certeza a la inversión.
El diputado Christian Matheson (IND) dijo que se necesita una reforma. Sin embargo, estimó que el actual proyecto afecta a la inversión, al crecimiento y a la creación de empleo.
Para Juan Fuenzalida (UDI), la propuesta afecta a la clase media y criticó particularmente las modificaciones al beneficio del DFL2 e impuesto a la herencia.
Igualmente, Gustavo Benavente (UDI) sostuvo que el proyecto contiene dos obsesiones. Uno es el impuesto a los altos patrimonios, que estimó ineficiente. Por otro lado, el golpe al corazón de la clase media y las pymes, motor de la economía.
Para la diputada Sofía Cid (RN), la norma tendrá efectos negativos en el ahorro y la inversión. En tanto que Paula Labra (IND) afirmó que se generará un descalabro económico. Sostuvo que se grava la reinversión de utilidades de las empresas, generando un desincentivo al ahorro y la inversión. También se aumenta el poder del SII en desmedro de los contribuyentes.
Diego Schalper (RN) dijo que es una reforma mal construida. “No se saca nada con aumentar las tasas si no se amplía la base imponible”, recalcó. Esto se haría, a su juicio, generando condiciones de crecimiento, inversión y desarrollo. Además, resaltó que la Conapyme está en contra de la propuesta, al tiempo que criticó el aumento de tramos y los impuestos a los profesionales.
En la jornada de ayer también intervinieron Camila Rojas (Comunes), Jorge Guzmán (Evop), Francisco Pulgar (IND), Miguel Ángel Becker (RN), Juan Carlos Beltrán (RN), Jorge Alessandri (UDI), Eduardo Cornejo (UDI), Gonzalo Winter (PCS), Henry Leal (UDI), Nathalie Castillo (PC), Juan Irarrázaval (PREP), Ericka Ñanco (RD), Javiera Morales (PCS), Ximena Ossandón (RN), Leonardo Soto (PS), Daniela Serrano (PC), Eric Aedo (DC), José Carlos Meza (PREP), Víctor Alejandro Pino (IND), Diego Ibáñez (PCS), Johannes Kaiser (IND), Lorena Pizarro (PC), Juan Antonio Coloma (UDI), Enrique Lee (IND), Joanna Pérez (IND), Fernando Bórquez (UDI), Luis Alberto Cuello (PC), Benjamín Moreno (PREP) y Juan Santana (PS).
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