Por Chahid El Hafed
La Organización para la Unidad Africana se fundó un 25 de mayo de 1963 en Adís Abeba (Etiopía). Su creación constituyó un enorme paso para la aglutinación del continente tras décadas de colonialismo y desunión. Sus fundadores pensaban en la unidad y la solidaridad entre los países africanos y abolición del colonialismo, aunque ese aclamado deseo no se ha cumplido aún por la permanencia del Sahara Occidental como el último vestigio colonial en el continente.
Tras trece años de la creación de la OUA, nacía el Estado de la República Árabe Saharaui Democrática un 27 de febrero de 1976, un acontecimiento relevante de la historia del Sahara Occidental. Desde la fundación, la diplomacia del Frente Polisario ha trabajado para colocar a la naciente RASD en los escenarios internacionales. Tuvieron que pasar ocho años para materializar la admisión de nuestro país en la organización continental.
En febrero de 1982, los esfuerzos de la diplomacia saharaui se coronaron con éxito cuando nuestro país fue admitido en el seno de la organización continental “al haber logrado el reconocimiento de la mayoría simple, 26 miembros, del conjunto de 50 integrantes de la organización” (El País 1984). Otro escenario de lucha de la diplomacia saharaui para conseguir la admisión de nuestro país, fueron la 19ª Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno que se celebró en Addis Abeba, Etiopía del 6–12 de junio de 1983 y la 20ª cumbre de la Organización para la Unidad Africana (OUA), que se celebró del 12 al 15 de noviembre de 1984 en Addis Abeba. Respaldaban esta batalla los grandes éxitos de nuestro ejército de liberación y los avances en campos como la educación y salud.
Las primeras décadas de la lucha de nuestro pueblo fueron para instituir la República Saharaui, buscar su reconocimiento internacional, impulsar su presencia y participación en eventos africanos e internacionales y trabajar para alcanzar su membresía en la organización continental. En estos años los esfuerzos de la organización estaban dirigidos a la captación de nuevos reconocimientos del Estado saharaui, ampliar el círculo de las relaciones diplomáticas para que abarque todos los continentes.
Reconocida por más de 80 países en todo el mundo, además de otros países que mantienen relaciones políticas con la misma, a través de su reconocimiento al Frente Polisario, la RASD pasaría a conformar parte de los 54 Estados de la Unión Africana, sin Marruecos, ya que Hassan II anunció que si la RASD asistía a la 20ª cumbre de la Organización para la Unidad Africana (OUA) de Addis Abeba, su país se retiraría de la Cumbre. Marruecos permaneció ausente y al margen por 33 años.
EL RECONOCIMIENTO DE NIGERIA Y LA SALIDA DE MARRUECOS DE LA OUA
Antes del comienzo de la 20ª cumbre de la Organización para la Unidad Africana (OUA), que se celebró del 12 al 15 de noviembre de 1984, el Gobierno de Nigeria había reconocido en este año a la RASD, factor que impulsó la retirada del invasor marroquí de la organización continental, por la influencia de Nigeria política y económicamente en el continente. En ese año, muchos Estados africanos habían admitido la legitimidad y representatividad de la República Saharaui.
33 años después de su retirada, en noviembre de 1984, Marruecos volvía a la organización continental, no como miembro fundador de la OUA sino miembro de la UA. Marruecos, al firmar el Acta Constitutiva de la UA, los principios de la Carta le obligaban a respetar las fronteras existentes en el momento de la independencia, la resolución pacífica de conflictos, la prohibición del uso de la fuerza o de la amenaza de su uso contra otro Estado miembro…
Si bien ha retornado a la organización continental en 2017, no era para trabajar en beneficio del continente, sino para desestabilizar y revertir el reconocimiento de algunos países africanos a la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) y provocar su expulsión, objetivo político que no se ha logrado gracias a la diplomacia y resistencia del pueblo saharauis. Desde que Marruecos entró como miembro de la UA, ha emprendido una escalada y una desenfrenada campaña para desacreditar a la República Saharaui.
Por otra parte, Marruecos ha fracasado estrepitosamente en su intento de excluir a la República Saharaui de participar en cumbres de asociación de la UA con países, organismos y entidades internacionales.
MARRUECOS ABANDONA EVENTO DE LA UA
En 2022, Marruecos había decidido no participar en la 8ª Cumbre de la TICAD, que se celebró en Túnez, los días 27 y 28 de agosto de ese año, esgrimiendo los mismos argumentos como cuando dejó la Organización para la Unidad africana (OUA): la participación de un país que, además de miembro, es un miembro fundador de la Unión Africana.
Pero Marruecos se equivocó en sus cálculos al intentar evitar la participación de la República Saharaui en este evento, porque la RASD ya había participado en la Conferencia Internacional sobre Seguridad Alimentaria, celebrada en Addis Abeba y organizada por la UA, en el Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (FIDA), además de su participación en las conferencias de alto nivel en Abidjan, Malabo, Maputo, Tokio y Bruselas.
En cuanto a las cumbres de TICAD, la República Saharaui había participado previamente en la VI Cumbre de TICAD celebrada en Nairobi/Kenya en 2016, en la VII celebrada en Yokohama/Japón en 2019, así como en otras reuniones regionales como la Cumbre UA-Unión Europea, celebrada en febrero de 2022 en Bruselas con la participación del Reino de Marruecos.
Túnez, el país sede de la 8ª Conferencia Internacional de Tokio sobre el Desarrollo Africano (TICAD 8) de ese año 2022 no ha ocultado su profundo asombro por lo afirmado en la declaración del Reino de Marruecos y dijo que «no existe una justificación lógica» para la reacción marroquí puesto que la Unión Africana, en calidad de participante principal, invitó a todos sus miembros, incluida la RASD, país fundador de la UA.
A pesar de las reacciones de Marruecos y la confrontación con la nación tunecina, el presidente de la República y secretario general del Frente Polisario, Brahim Gali, fue recibido por el presidente tunecino Kaïs Saied como jefe de Estado que, junto con jefes de Estado y de Gobierno de la UA, participó en la 8ª Conferencia Internacional de Tokio sobre el Desarrollo Africano (TICAD).
Tras 40 años (18 años de OUA y 22 años como miembro y miembro fundador de la Unión Africana), la República Saharaui se ha mantenido inhiesta en la Unión Africana como miembro de la organización continental, participando en Cumbres del continente y en otras cumbres de asociación con otros organismos y organizaciones internacionales. Durante todo este tiempo, la República Saharaui ha defendido su presencia de las maniobras de la ocupación marroquí.
Al rememorar este aniversario XL de la admisión de la RASD en el seno de la organización continental, citamos las palabras del SG del Polisario, quien dijo “que la participación de la República Saharaui, en cumbres y eventos internacionales importantes, es un gran logro y resonante victoria para el pueblo y la causa saharauis”.
En ese sentido se pronuncia el ministro de Relaciones Exteriores, Mohamed Salem ULD Salek, al plantear que la 32ª cumbre de la Unión Africana consolidó la posición de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) a nivel continental e internacional.
En discursos pasados con motivo de la Proclamación de la RASD, el presidente Brahim Gali afirma que el Estado Saharaui “es una realidad nacional, regional e internacional irreversible, un factor de equilibrio y estabilidad en la región, y que, sin el respeto de la voluntad y el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación e independencia, la misma no podrá disfrutar de una paz, desarrollo y estabilidad reales y duraderos”.
Mientras la República Saharaui celebra su admisión en la organización continental, África celebra este 25 de mayo de 2024 su Día de la Libertad, el aniversario de la erradicación de la lacra del colonialismo.
Por Chahid El Hafed
Columna publicada originalmente el 27 de mayo de 2024 en Sahara Press Service.
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