Rusia es consciente de que Occidente podría imponerle sanciones adicionales sin fundamento alguno y estudia la mejor manera de defender sus intereses, dijo este viernes el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov.
La agencia Bloomberg reportó la víspera que Washington y Londres están sopesando restricciones en relación con los «oligarcas» y la deuda soberana de Rusia, por el presunto uso de armas químicas. Según el mismo medio, el Reino Unido pedirá a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas que mantenga la presión sobre Rusia, además de coordinar estas acciones con algunos aliados europeos como Alemania y Francia.
Peskov calificó de «absolutamente infundada» la acusación de que hay sustancias prohibidas en Rusia, y recordó que el país «destruyó hace tiempo todo su arsenal de armas químicas y desarticuló todos los programas relacionados».
Con respecto al anuncio de próximas sanciones, Peskov señaló que el Kremlin «lo toma en cuenta y estudia diversos escenarios para asegurar y proteger de la mejor manera posible los intereses de la nación, sus ciudadanos y empresas».
A la pregunta de si Rusia tomaría una represalia contra algunos hombres de negocios estadounidenses, Peskov recordó que «por ahora, nadie ha impuesto sanciones a empresarios rusos» y expresó «la esperanza de que semejantes impulsos locos se queden en las páginas mediáticas y no cundan en el establishment de EEUU». «Esperemos y veamos cómo se desarrollan los acontecimientos», añadió.
El 2 de marzo, Washington impuso sanciones unilaterales a varios funcionarios y entidades rusas por el caso del opositor Alexéi Navalni.
La Casa Blanca afirma que el hombre fue víctima de un ataque con armas químicas en Rusia, a pesar de que este país cumplió la Convención y completó en 2017 la destrucción total del arsenal tóxico heredado de la Unión Soviética.
El caso Navalni se remonta al 20 de agosto, cuando el opositor se sintió mal durante un vuelo desde la ciudad de Tomsk a Moscú, lo que obligó a los pilotos a realizar un aterrizaje de emergencia en Omsk.
El hombre fue ingresado en un hospital de esta ciudad y, después de que los médicos rusos lograran salvarle la vida, trasladado a Alemania en un avión sanitario el 22 de agosto.
Los médicos del hospital universitario Charité en Berlín, donde recibió tratamiento Navalni, afirmaron que el opositor fue envenenado.
Posteriormente, laboratorios de Alemania, Suecia y Francia, así como la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) confirmaron que el Navalni fue expuesto a una sustancia análoga por sus características al Novichok.
El 17 de enero Navalni fue detenido en el aeropuerto de Sheremétievo de Moscú, justo después de regresar de Alemania.
A principios de febrero la Justicia rusa dictaminó que Navalni había violado reiteradamente las reglas de conducta impuestas en el expediente de libertad condicional e hizo efectiva una pena suspendida de 3,5 años de cárcel, por fraude y blanqueo, dictada contra él en 2014.
El recurso de apelación no prosperó, si bien se restó a esta pena el tiempo que Navalni había pasado bajo arresto domiciliario, de modo que el opositor tendrá que permanecer en un centro penitenciario dos años y medio.
Fuente: Sputnik
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