El Fondo de Inversión Directa de Rusia (RDIF) presentó ante la Organización Mundial de la Salud (OMS) las solicitudes para el registro acelerado y la precalificación de la vacuna Sputnik V contra el COVID-19, creada por los científicos del Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya de Moscú con base en la anteriormente estudiada plataforma de vectores adenovirales humanos.
De esta manera, Rusia se convierte en uno de los primeros países del mundo en solicitar a la OMS la precalificación de una vacuna contra el nuevo coronavirus para que el organismo internacional evalúe su eficacia, seguridad y calidad.
El registro acelerado de la vacuna bajo el procedimiento especial que puede autorizar su uso en situaciones de emergencia, como es la actual pandemia, permitiría utilizar la vacuna rusa en todo el mundo en un plazo más corto que en el caso de que tuviera que pasar por los procedimientos de registro convencionales.
Si la OMS aprueba la precalificación de Sputnik V, la vacuna podrá ser incluida en la lista de medicamentos utilizada por organizaciones y países a la hora de gestionar la adquisición de fármacos a gran escala.
«Expresamos nuestro agradecimiento a la OMS por su cooperación activa y esperamos que se complete con éxito el proceso de precalificación en todas sus etapas principales», indicó el director general del fondo, Kiril Dmítriev.
Sputnik V
La vacuna Sputnik V utiliza la tecnología de adenovirus humano de dos vectores. Pasó los ensayos clínicos entre los meses de junio y julio, y fue registrada en Rusia el 11 de agosto. El registro temprano permitió suministrarla a personas de los grupos de alto riesgo en medio de la pandemia, y el 25 de agosto se supo que las autoridades sanitarias dieron luz verde para realizar las pruebas posteriores al registro de Sputnik V y pasar a la fase 3 de los ensayos, con 40.000 participantes.
Los resultados de la investigación de la vacuna fueron publicados en la revista The Lancet a principios de septiembre. En la publicación se afirma que el 100 % de los participantes desarrolló una respuesta inmunitaria humoral y celular estable durante las dos fases de los ensayos y que el nivel de anticuerpos contra el SARS-CoV-2 en voluntarios vacunados fue de 1,4 a 1,5 veces más alto que el nivel de anticuerpos en los pacientes que se habían recuperado de COVID-19.
Fuente: RT.