Rafael Prohens es una figura reconocida en la región de Atacama: histórico militante de Renovación Nacional y miembro de una de las familias más acaudaladas de la zona, Prohens pasó por todo el aparato estatal dejando un rastro de corrupción y conflictos de interés, los cuales causaron que en 2023 la Municipalidad de Tierra Amarilla le revocara su título de hijo ilustre de la comuna.
El último hito en esta trayectoria de prácticas oscuras ocurrió a fines de 2019, cuando la Dirección Nacional de Aguas detectó que Prohens había instalado una bocatoma no autorizada en el río Copiapó para extraer 35 litros de agua por segundo, los cuales eran desviados a la minera Atacama Kozan.
Según reveló un reportaje de El Ciudadano, Prohens firmó un contrato en 2014 con el entonces subgerente general de Atacama Kozan, Francisco Sánchez (también militante de Renovación Nacional), comprometiéndose a abastecer la faena con un suministro constante de agua durante los 365 días del año. Y para confirmar que el volumen de agua que ingresaba a la faena se correspondía con lo que estipulado en el contrato, la empresa de Prohens instalaría un medidor en la bocatoma por la cual ingresaría este recurso.
Sin embargo, el medidor nunca se instaló. En una querella presentada en 2019 por el abogado de Atacama Kozan, Carlos Hidalgo, se acusa a Prohens y Sánchez de idear un mecanismo para defraudar durante cinco años a la compañía minera a través de pagos excesivos por volúmenes de agua que nunca se entregaron de forma efectiva.
Durante los casi cinco años que la operación estuvo activa, Prohens y Sánchez lograron desviar US$2.729.027 de Atacama Kozan, es decir, casi dos mil millones y medio de pesos chilenos.
En paralelo, la fiscalización realizada por la Dirección Nacional de Aguas confirmó que el agua con la que el senador Prohens desfalcaba a la minera Atacama Kozan ni siquiera era suya: sus derechos de aprovechamiento no le permitían extraer agua del canal Mal Paso, donde fue encontrada la bocatoma. Sin embargo, Prohens realizó la instalación ilegal con la autorización de la Junta de Vigilancia del río Copiapó, la cual a la fecha estaba conformada por sus propios hermanos.
Actualmente, la Dirección Nacional de Aguas se encuentra en medio de un litigio legal para concretar la intervención de la Junta de Vigilancia debido a todas las irregularidades detectadas durante dicha fiscalización. Rafael Prohens, sin embargo, sigue sentado en su escaño en el Senado de la República.
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Y si quieres leer el reportaje completo que publicamos en El Ciudadano que revela cómo funcionaba el mecanismo orquestado por Rafael Prohens, puedes leerlo en este link.