Una intensa controversia ha generado en Perú una ley que permite la incineración del cadáver de Abimael Guzmán sin autorización de la familia.
La ley facilitará, además, mantener en secreto el destino de las cenizas. De esta manera se puso fin a la incertidumbre sobre el destino del cuerpo del líder de Sendero Luminoso, muerto hace una semana de neumonía a los 86 años cuando cumplía cadena perpetua en una prisión militar, reseñó el portal Página 12.
El cadáver de Guzmán, vencido muchos años antes de morir, fue convertido en un peligroso fantasma, en un objeto temido al que había que desaparecer. Con 70 votos a favor, 32 en contra y 14 abstenciones, el Congreso unicameral controlado por la derecha dio la noche del jueves la ley para eliminar el cuerpo de Guzmán.
La ley fue promulgada este viernes por el Ejecutivo de izquierda, en medio de una fuerte presión, política y mediática, para que los restos del líder senderista sean desaparecidos y se evite que tenga una tumba.
Una presión que ha llegado a niveles de histeria, hablando de Sendero, inactivo como grupo armado hace más de veinte años, como si estuviera militarmente operativo.
Aunque la bancada oficialista se opuso a la norma, el presidente Pedro Castillo la promulgó rápidamente. En el gobierno, señalado por sus opositores de tener cercanía con herederos políticos de Sendero, no se quería dar argumentos, oponiéndose a esta ley, para que esos ataques se refuercen.
La ley establece que el cadáver de un interno muerto en prisión cumpliendo una sentencia por “traición a la patria o terrorismo, en su condición de líder, cabecilla o parte de la cúpula de organizaciones terroristas”, cuya entrega a sus deudos y entierro se considere “ponga en riesgo la seguridad nacional o el orden interno”, deberá ser cremado y disponer “la dispersión de los restos cremados en tiempo y lugar de naturaleza reservada”.
Un fiscal será quien decida en qué casos se aplica esta ley y su decisión será inapelable, debiéndose ejecutar en 24 horas. La norma entrará en vigencia este sábado, de inmediato el cuerpo de Guzmán, que desde hace una semana permanece en la morgue, será cremado y se borrará todo vestigio de los restos del líder senderista.
El argumento para negar la entrega del cadáver del cadáver a la familia, tal como establece la ley vigente al momento de la muerte del fundador de Sendero, ha sido el temor de que su tumba se convierta en un lugar de peregrinación de sus seguidores. Se habla como si se tratara de una masa de seguidores que amenazan la seguridad del país. Pero en realidad los seguidores que le quedaban a Guzmán son pocos y hace muchos años han renunciado a la lucha armada.
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