Se les cayó la guagua mientras discutía con Lavín y el título falso lo gestionó el municipio: Las revelaciones de la «periodista» de Cathy Barriga

Andrea Monsalve, se desempeñó como "periodista" de Cathy Barriga, y en su reciente declaración ante la Fiscalía, expuso que sufrió maltratos por parte de la exalcaldesa, y que pudo "apreciar de cerca lo déspota" que era. Además, reveló el trascendente rol en la toma de decisiones que tenía en esa época el diputado Joaquín Lavín, militante de la UDI.

Se les cayó la guagua mientras discutía con Lavín y el título falso lo gestionó el municipio: Las revelaciones de la «periodista» de Cathy Barriga

Autor: Noemi Ancavil

Andrea Monsalve, fue una de los cinco exfuncionarios de Maipú que fueron formalizados la semana pasada por la Fiscalía Metropolitana Oriente por el desfalco municipal, el que supera los $30 mil millones, y a ella en específico, se le imputó por haber presentado un falso título de periodista y haber recibido su sueldo, a pesar de que se mantuvo con licencia médica por más de cuatro meses.

El monto total de sus remuneraciones entre los años 2016 y 2020, fue de un total de $110.003.072, pese a que la imputada no estaba desarrollando sus labores. En este sentido, ante la fiscalía, abordaron los maltratos recibidos de parte de Cathy Barriga, la «persecución» que sentía y sobre cómo consiguió el título fraudulento.

No obstante, aunque tenían una buena relación, Cathy Barriga le pedía antes que probara su comida por miedo a que estuviese envenenada: “En algunas oportunidades me pedía que probara su comida antes de que ella lo hiciera porque pensaba que podía estar envenenada. Ella siempre pensaba que la estaban observando y espiando, por eso no usaba su correo electrónico y trataba de no dejar registro de las cosas. Estaba un poco paranoica en aquella época”, contó en su reciente declaración en Fiscalía -y revelada por La Tercera-.

Posteriormente, argumentó que: “Varias veces fuimos a Contraloría a ver a un amigo de Joaquín Lavín hijo, y siempre iba la alcaldesa a hablar con él, de apellido Faúndez. A mí me daba miedo porque de la Contraloría siempre le objetaban cosas, en ese tiempo y después cuando me fui; me acordaba perfecto de todas las reuniones y cafés que se tomaban en la oficina de esa persona de apellido Faúndez en Teatinos. Eran muy amigos”.

«Me dijo que quería que fuera su encargada de comunicaciones. Hablé con mi jefe del Mega y le dije que iba a estar un mes preparando mi salida porque iba a renunciar. A eso del 4-5 de diciembre llegué a trabajar con Cathy Barriga. Le convoqué tanta prensa que ese día Lavín papá asumía como alcalde de Las Condes y se tuvo que ir a Maipú porque no había nadie en el punto de prensa de él”, afirmó.

En ese momento específico -según su narración-, todo cambió drásticamente. En lugar de eso, le comunicaron que su función sería la de asistente personal de Barriga. Como resultado, se vio encargándose de los hijos de la exalcaldesa y acompañándola en la búsqueda de ropa.

Frente a esto, argumentó que fue también un blanco de maltrato laboral: “Ella me sacaba la chaqueta a tirones cuando consideraba que me veía ‘más bonita que ella’. Dos veces me pidió que, como ella llegó a una población con zapatos altos, me pidió los míos para ella no manchar los suyos, de todo esto Eugenio Aguiló vio muchas de las situaciones de maltrato», dijo.

Agregando: “Ella era así, muy déspota. La cantidad de secretarias que pasaron por ahí es impactante, porque no duraban nada, a todas las despedía. Me gritoneaba constantemente y en algunas oportunidades me quitaba el saludo sin ninguna explicación. Ella hacía videollamadas con su marido y se reían hasta de mi almuerzo. Era una especie de celos que tenía conmigo”.

Y no obstante a ser psicológico, argumentó que también llegó a la violencia física, donde incluso relata que se cayó el hijo de Cathy Barriga: “Ella me golpeó en dos oportunidades. La primera fue un día en que Joaquín llegó a la oficina en la noche y le preguntó a Cathy por qué tenía a su guagua Romeo todavía en la oficina a esa hora. Se pusieron a discutir y le dijo ‘yo me llevo a Romeo y tú quédate trabajando’. Ahí entre ellos que estaban peleando y tironeando se cayó Romeo. Ella se encerró con Romeo en el baño a llorar, y cuando salió le dije “pero Cathy, por favor, no pueden tener este tipo de discusiones, es algo muy fuerte para que tu hijo esté pasando por todo eso”, y ella me pegó una cachetada y me tiró el pelo, y me dijo que no me metiera nunca más en sus problemas”.

Además, según lo expuesto, habría aguantado esas actitudes por la conexión que habría generado con el hijo de la exalcaldesa y también, porque no sabría si encontraría otro trabajo. Junto a ello, reveló que tuvo que ir al psiquiatra y que fue pagado por la misma Municipalidad, habiendo firmado acuerdos de confidencialidad por haber sido agredida.

Por otro lado, también habló sobre el título falso que se le otorgó: “Era un título de la Universidad Católica de periodista, el cual obviamente es falso. Me pidieron que lo firmara, pero yo no quise hacerlo porque tenía miedo. No sé qué hicieron con ese título ni para qué lo usaron”.

Pero, posteriormente admitió que: “En mi desesperación de buscar trabajo, a veces lo presenté para que me llamaran a entrevista, pero ese título no lo hice yo en la alcaldía para engañar a nadie como periodista, ya que mis funciones nunca fueron en esa área, sino que era de asistente de Cathy Barriga. Por lo que yo recuerdo, esto no fue al momento de mi contratación, sino que fue un poco después de eso”.


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