A través del proyecto Tayú de la Fundación Terram, financiado por la Unión Europea, fueron un total de 8 mil 960 hectáreas de formaciones vegetacionales que fueron afectadas. De ellas, 4 mil 286 hectáreas son de bosque nativo, 202 hectáreas de bosque mixto, 2 mil 568 a praderas y matorrales, y mil 904 a plantaciones forestales.
Estos incendios forestales que afectaron a la región de Valparaíso hace unas semanas atrás, donde se consumieron más de 9.500 hectáreas por la catástrofe que azotó a dicho sector. En este sentido, se habría consumido desde terrenos de ciudades, pueblos y zonas industriales, hasta formaciones vegetales, terrenos de uso agrícola, embalses, lagos y lagunas.
En este sentido, el Coordinador Territorial del Área de Vegetación Nativa del Proyecto Tayú, Joaquín Gómez, había puntualizado que no solo se había perdido bosque nativo, sino que igualmente, formaciones xerofíticas de un alto valor ecológico.
Flavia Liberona, directora de la organización, apuntó al valor que tienen las formaciones vegetacionales urbanas y periurbanas. Mientras que la directora del Proyecto Tayú, Eliana Chong, resaltó la necesidad de poder contar con una planificación urbana y territorial.
Cabe destacar, que dentro del bosque que fue arrasado por las llamas se encontraban agrupaciones de palma chilena, las que se consideraban en peligro y a la espera de poder ser reconocida como «Monumento Natural».