Sergio Otegui y Alberto Menéndez hablan de cómo debería ser el turismo postpandemia

Ambos españoles se propusieron recorrer el país para conocer los efectos del confinamiento en el turismo y están convencidos que hace falta un cambio de modelo

Sergio Otegui y Alberto Menéndez hablan de cómo debería ser el turismo postpandemia

Autor: Sofia Belandria

Sergio Otegui y Alberto Menéndez son los autores del documental ‘Bienviajados’. Recorren España con la intención de conocer los efectos de la pandemia en la industria turística, a la vez que se plantean la necesidad de un cambio de modelo. Un paradigma que apueste por la sostenibilidad y protección de los destinos.

Si un español tuviese que elegir la imagen prototipo del verano, su mente viajaría al litoral mediterráneo. Localidades como Benidorm, Fuengirola o Torrevieja serían el escenario. En concreto, una playa en la que apenas se ve la arena, salpicada por un enjambre multicolor de sombrillas. Hordas de personas saliendo de debajo de este particular bosque, ávidas del frescor del mar. El olor a crema solar se entremezcla con el de la comida de los chiringuitos, igual de repletos de cabezas humanas que los arenales. Es la fotografía clásica del verano. Si cambiamos fecha y lugar, a pesar de las diferencias obvias, el cuadro no cambia tanto. Sea la plaza del Obradoiro de Santiago de Compostela en Año Xacobeo o la madrileña Puerta del Sol en la semana previa a Navidad. La aglomeración es marca España. El turismo, su progenitor. Al menos, hasta marzo de 2020.

El año previo a la pandemia, casi 84 millones de personas arribaron a España. Fue el segundo país más visitado del mundo, tan solo superado por Francia. El 12,4% del PIB dependía directa o indirectamente del turismo. Este sector era el motor de comunidades autónomas como Baleares o Canarias. Hasta que se detuvo. La parálisis turística provocada por el coronavirus, entre otros motivos, hizo que la economía española se contrajera un 11% en 2020.

Locales cerrados del centro de Barcelona - Sputnik Mundo, 1920, 18.05.2021
Locales cerrados del centro de Barcelona
© Foto : Cortesía de Sergio Otegui

Meses después, poco a poco, la máquina va arrancando. Se reactiva con timidez, mascarilla y distancia social. Los vuelos comienzan a aterrizar. «¿Cómo será el turismo poscoronavirus?» es la pregunta de muchos. Quién sabe si volverán las playas llenas o si se optará por un tipo de viaje más respetuoso con el entorno. Cuestiones que se han planteado los blogueros Sergio Otegui (Nada Incluido) y Alberto Menéndez (The Traveler Project). Para dar una respuesta, se lanzaron a la carretera, apoyados por la aseguradora Chapka. Su destino, España.

Cámara y libreta en mano, ambos fueron testigos de los efectos del coronavirus en el tejido empresarial de Madrid. En Barcelona observaron una ciudad asaltada por otro enemigo: el propio turismo. «Se ha convertido en un parque temático. Es muy triste ver cómo el Gòtic o la Rambla se han quedado vacíos a consecuencia del turismo. Ver como los vecinos han sido expulsados de sus barrios», señala Otegui. Lejos de los parajes urbanos, los blogueros recorrieron la comarca de Sobrarbe, a los pies del Pirineo oscense. Allí, el turismo rural insufla aire en un área afectada por la despoblación. Concluyen su viaje en Tenerife, una isla que ha probado las mieles y hieles de la llegada masiva de visitantes. Enclave en el que se buscan alternativas más sostenibles.

Alberto Menéndez tomando una fotografía cerca de la Plaza Mayor de Madrid - Sputnik Mundo, 1920, 18.05.2021
Alberto Menéndez tomando una fotografía cerca de la Plaza Mayor de Madrid
© Foto : Cortesía de Sergio Otegui

Centenares de kilómetros y 20 entrevistados después, Otegui y Menéndez dan vida al documental «Bienviajados», presentado dentro del marco de la Feria Internacional de Turismo de Madrid (FITUR). Un relato en el que se pone sobre la mesa la cara amable y también la desagradable de esta actividad económica. Aboga por potenciar otros modelos más respetuosos con el lugar frente al turismo de masas. Y, por supuesto, esto pasa por las decisiones que tomen los viajeros. «Hay que ser consciente de las consecuencias que nuestros actos. No queremos imponer un dogma con el documental, pero sí que la gente piense. Explicar a las personas qué pueden hacer, pero que ellas decidan», afirma Otegui.

Al bloguero, un viaje a Indonesia le abrió los ojos. El país no es capaz de gestionar las toneladas de plástico que genera el turismo en la isla de Bali. Según la fundación Race For Water, tan solo el 60% de los desechos de este material se tratan mediante sistemas de recolecta municipales. El resto acaban en el océano o se queman a cielo abierto, lo que genera toxinas que afectan a su población. Un mar inundado de residuos no es objeto del deseo vacacional.

«El turismo podría matar al turismo. Los destinos hay que protegerlos. Mismamente en España nos hemos bajado los pantalones para contentar a los visitantes y no hemos pensado en nosotros mismos» Sergio Otegui Bloguero de viajes

¿El amanecer de un turismo más sostenible?

El futuro dependerá de la voluntad de las empresas y de las exigencias de los turistas a estas. Tras la grabación del documental, los blogueros consideran que hay un sector de personas interesadas en cambiar el modelo tradicional de negocio. La pandemia podría ser el punto de partida de diversas iniciativas en detrimento de la masificación, causante de daños a flora y fauna o al estilo de vida de los habitantes del lugar. «Tengo la sensación que la sostenibilidad ocupará un hueco más amplio. La gente es más consciente de la marca que deja al viajar», apunta Otegui.

Sin embargo, no descarta que el exceso de turistas se vuelva a dar en muchos destinos una vez superado el coronavirus. «El parón ha afectado a la economía y muchas empresas no tienen capacidad de adaptación tras meses de cierre. Además, creo que bastantes personas no tendrán ningún inconveniente en volver a lo de siempre», lamenta el bloguero. La acumulación de toallas en el Levante español forma parte del imaginario nacional.

Operario trabajando en un cartel del Museo de Cera de Barcelona - Sputnik Mundo, 1920, 18.05.2021
Operario trabajando en un cartel del Museo de Cera de Barcelona
© Foto : Cortesía de Sergio Otegui

El verano pasado no se dio esta escena. Hubo visitantes en los grandes centros turísticos, pero también creció el turismo ecológico como alternativa en aquel estío atípico. La tranquilidad del campo se abrió espacio en la oferta para julio y agosto. «Tenemos la esperanza de que más gente opte por el turismo sostenible, responsable y menos artificial. Habrá gente que lo ha probado y quiera repetir. Ahora mismo, ofrece lo que la gente necesita: distancia y aire libre. Así que esperamos que la gente lo valore más», puntualiza Amanda Guzmán, gerente de la Asociación Ecoturismo de España.

Senderismo, observación de fauna y flora o fotografía de naturaleza son algunas de las actividades que engloba esta modalidad, en la que el visitante no perjudica el enclave del que disfruta. Es más, su objetivo es favorecer a la conservación del paraje. «Esperamos que haya más ecoturismo, ya que significa que las personas tienen un cierto de grado de sensibilidad por el lugar que conoce. Al final, el turismo de masas destruye los destinos, tanto social como medioambientalmente. Es cierto que tiene que haber todo tipo de turismo. Pero igual hay que poner límites, aunque existan destinos que no quieran», asevera Guzmán.

Cruceros cerca de San Andrés (Tenerife) - Sputnik Mundo, 1920, 18.05.2021
Cruceros cerca de San Andrés (Tenerife)
© Foto : Cortesía de Sergio Otegui

La pandemia ha dado visibilidad a distintas modalidades de viaje. Pero, también ha afectado a la sostenibilidad en distintos puntos. La necesidad de los establecimientos hoteleros de proteger a sus clientes ha desencadenado un uso indiscriminado del plástico. Los jabones y geles se han individualizado, por lo que son necesarios más botes. Lo mismo ha sucedido con el aceite, la sal o la pimienta. Los objetos de la habitación, como el mando de la televisión, se recubren de una fina capa plástica. Además, hay que añadir el recambio constante de las mascarillas del personal, fabricadas con este material. «La normativa de seguridad contra el COVID-19 ha ido en contra de las medidas establecidas para reducir la huella medioambiental. La mayoría de negocios se han saltado la sostenibilidad a la torera», destaca Oriol Juvé, director de un hotel en Marbella.

Pareja en El Medano (Tenerife) - Sputnik Mundo, 1920, 18.05.2021
Pareja en El Medano (Tenerife)
© Foto : Cortesía de Sergio Otegui

«Espero que todo vuelva a la normalidad, porque no podemos seguir generando tantos residuos. Si afectamos al entorno, los hoteles no vamos a tener materia con la que trabajar», sentencia. Bajo su opinión, la crisis sanitaria cambiará el turismo para siempre. El cliente apostará por lugares menos concurridos y sellos de higiene. Las aglomeraciones continuarán, pero el arco de opciones también se abrirá. A su vez, se incrementarán determinados grupos de viajeros. Aquellos preocupados por su salud o la preservación de la naturaleza.

Más allá del coronavirus, la playa abarrotada de la ribera mediterránea seguirá siendo la imagen del verano. Probablemente, en un tiempo se pueda volver a viajar como antes. Otra cuestión es que debamos hacerlo. Como dicen Otegui y Menéndez, tal vez sea un buen momento para empezar a «bienviajar».

Cortesía de Alejandro Cuevas Vidal Sputnik


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