Sociedad Chilena: una democracia joven que busca rendiciones de cuentas publicas

Cuesta pensar que aún nuestro país representa una democracia joven en los proyectos políticos que se han presentado, y cuesta aun más, al mirar a los países hermanos de nuestra región quienes con más tropiezos que nosotros han ido forjando una institucionalidad democrática.

Chile desde 1925 que se presentó como una sociedad conformada desde lo legal con una orgánica lógica de funcionamiento, pero no es antes de los años cincuenta en que se logra un concepto de votación, en donde a duras penas, se permitía la participación por lo menos en el papel de más que la clase acomodada.

Veinte años después se pierde nuevamente esta democracia institucional que gozaba el país aún con cicatrices. A posterior de ese periodo oscuro, que no soporta mayores lineas, nos enfrentamos a una democracia o una forma de hacer país que siempre miró más a la estabilidad economico social y no tanto a la representación de la población en sí misma.

Creo que esto es lo que hoy estamos pagando como sociedad, el tener una democracia aún con vicios (9 de cada 10 jovenes votan en Las Condes y solo 1 de 10 en Cerro Navia) y que se levanta para pedir su posición, que en más de cincuenta años, no encuentran.

Chile, como en muchas materias, llega atrasado en la instalación de sus necesidades como república. Hoy la sociedad más o menos organizada tiende a un concepto que cuando sea absolutamente racional, logrará buscar las rendiciones de cuentas en los aspectos públicos que tanto se necesitan.

Este país debe avanzar a la búsqueda social y más aún, a legitimar como una de las evaluaciones ex post de las políticas públicas, un accountability social importante. Solo de esta manera, se obligará a que cualquier trabajador público sea el único  y el mejor que se podía hacer cargos de las tareas impuestas en el día a día, y no ser como muchas veces se comenta, el trabajador que no pudo llegar a la privada por su falta de compromiso.

Fotografía de www.cubadebate.cu