Este viernes se registraron enfrentamientos entre la fuerza de seguridad de la provincia de Formosa, Argentina, y manifestantes que repudian la decisión de regresar a la fase más estricta de la cuarentena radical, ante el aumento de casos positivos por coronavirus Covid-19.
De acuerdo con medios locales, la policía reprimió a los manifestantes con gases y balas de goma, lo que dejó un saldo de varios heridos y aproximadamente 93 detenidos, entre ellos varios menores de edad y dos periodistas.
Los manifestantes, muchos de ellos del sector informal de la economía, marcharon al grito de “queremos trabajar”.
El gobernador Gildo Insfrán – quien manda en la provincia desde hace aproximadamente 25 años –, anunció que durante las próximas dos semanas Formosa pasará a la fase 1 de la cuarentena, la de mayor restricción en las actividades, debido a que en la ciudad, de unos 250.000 habitantes, se confirmaron este viernes 17 nuevos casos de Covid-19.
La fuerte represión ocurre dos meses después de las denuncias realizadas por habitantes de Formosa y medios de comunicación – al medio Todo Noticia e Infobae se les declaró como “personas no gratas” – de abusos en los centros de aislamientos para personas sospechosas o positivas de Covid-19.
Entre los heridos, se encuentra la concejal Gabriela Neme, quien denunció que sufrió una fractura de brazo durante la protesta.
En tanto, políticos y dirigentes se manifestaron en redes sociales en rechazo a la violencia institucional ejercida en Formosa. Uno de ellos fue el jefe de Gabinete del presidente Alberto Fernández, Santiago Cafiero, quien aseveró que “el Estado debe garantizar la libre expresión pacífica de la ciudadanía”.
Otro de los que se pronunció fue el senador Martin Lousteau, quien repudió el comunicado emitido por la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación Argentina, en la que señalan que la problemática en Formosa es culpa de los medios.