El Tribunal Superior de Makhanda en Sudáfrica prohibió a la petrolera Shell realizar exploraciones sísmicas en la costa del país. La decisión fue celebrada por grupos ecologistas, que llevaban años exigiendo al Estado adoptar medidas para regular a la empresa anglo-neerlandesa.
Shell obtuvo derechos en reiteradas ocasiones para realizar exploraciones sísmicas en busca de yacimientos de gas y petróleo al este de Sudáfrica. Este método consiste en impactar el lecho marino con bombas sónicas, lo que puede afectar enormemente la biodiversidad.
Por lo mismo, organizaciones de la sociedad civil como Green Connection llevaban años manifestándose para exigir que el gobierno tomara en cuenta a las comunidades pesqueras que se veían perjudicadas por este proyecto. El gobierno, sin embargo, criticó la decisión del Tribunal, acusando a los detractores de Shell de querer bloquear las inversiones económicas que necesita el país.
Desde la petrolera anunciaron que revisarán el fallo para estudiar sus siguientes pasos, pero la apelación ya fue rechazada por el mismo tribunal.
La sentencia determina, entre otras cosas, que Shell «no tuvo en cuenta las consideraciones pertinentes ni cumplió con los preceptos legales pertinentes», además de no haber dejado en claro cómo sus actividades podían beneficiar a las comunidades locales.
Las exploraciones sísmicas de Shell afectaban a una zona turística sudafricana llamada Wild Coast, la cual es además rica en biodiversidad. En las aguas de esta área habitan ballenas, delfines, focas, pingüinos y tiburones, además de varias especies amenazadas y protegidas internacionalmente.