Sudáfrica presenta “pedido urgente” a la CIJ sobre el ataque de Israel a Rafah
El Gobierno sudafricano ha solicitado urgentemente a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) que considere si la decisión anunciada por Israel de ampliar sus operaciones militares en Rafah, último refugio de los supervivientes en Gaza, exige que el tribunal utilice su poder para impedir nuevas violaciones inminentes de los derechos de los palestinos en Gaza.
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Según el artículo 75(1) del Reglamento de la Corte, «La Corte podrá en cualquier momento decidir examinar proprio motu si las circunstancias del caso requieren la indicación de medidas provisionales que deban ser adoptadas o cumplidas por cualquiera o todos los fiestas.»
En una solicitud presentada ante el tribunal el martes 12 de febrero de 2024, el gobierno sudafricano dijo que estaba gravemente preocupado porque la ofensiva militar sin precedentes contra Rafah, anunciada por el Estado de Israel, ya ha provocado y tendrá como resultado más ataques a gran escala. Matanza, daño y destrucción.
Esto constituiría una violación grave e irreparable tanto de la Convención sobre Genocidio como de la Orden de la Corte de 26 de enero de 2024.
Sudáfrica confía en que este asunto reciba la urgencia necesaria a la luz del número diario de muertes en Gaza.
Mira la publicación del Gobierno Sudafricano en X con el anuncio de la acción:
Grupo Árabe por alto al fuego en Gaza dentro de Consejo de Seguridad
El embajador palestino, Riyad Mansour, pidió este miércoles 14 de febrero de 2024 al órgano de seguridad “asumir su responsabilidad, actuar de inmediato y detener los combates, salvando a Rafah de esta catástrofe que se avecina”.
En declaraciones a la prensa, el diplomático adelantó que el Grupo Árabe mantiene colaboraciones con los integrantes de la herradura y elogió a Argelia, miembro no permanentes desde enero de este año, por redactar una resolución que se planea presentar.
Nuestro esfuerzo, agregó, es hacer todo lo posible para impedir que Israel cometa el crimen de despoblar la Franja de Gaza y detener la guerra, de inmediato.
De acuerdo con el representante palestino, la garantía para ello es conseguir la anhelada resolución para un alto el fuego, vetada anteriormente por Estados Unidos.
“Esperamos que el Consejo de Seguridad asuma esa responsabilidad”, agregó Mansour al remarcar la necesidad de actuar «lo más rápido posible dentro de su mandato y su poder».
El secretario general de la ONU, António Guterres, consideró preocupantes las restricciones impuestas por Tel Aviv para limitar la distribución humanitaria en Gaza, mientras que los mecanismos para proteger la entrega de ayuda no son efectivos.
«Mi sincera esperanza es que las negociaciones para la liberación de rehenes y alguna forma de cese de hostilidades tengan éxito para evitar una ofensiva total sobre Rafah», dijo ayer a la prensa.
En esa ciudad se encuentra el núcleo del sistema humanitario, por lo que la ofensiva tendría «consecuencias devastadoras», añadió.
Las operaciones militares en esa sureña demarcación podrían provocar una matanza en Gaza y dejar una operación humanitaria que ya es frágil al borde de la muerte, alertó por su parte el subsecretario de Asuntos Humanitarios de la ONU, Martin Griffiths.
El representante insistió en la falta de garantías de seguridad, suministros de ayuda y capacidad de personal para mantener a flote esta operación.
“El escenario que hemos temido durante mucho tiempo se está desmoronando a una velocidad alarmante”, afirmó el también coordinador de la ayuda humanitaria del organismo en un comunicado divulgado el martes.
La mitad de la población de Gaza –estimada en más de un millón de personas– está hacinada en Rafah, mirando a la muerte cara a cara: tienen poco para comer, apenas acceso a atención médica, ningún lugar donde dormir, ningún lugar seguro al que ir, lamentó el texto.