A lo largo de nuestra historia, gran parte de quienes ostentaron algún cargo de elección popular tuvieron algún pariente (directo o indirecto) en el pasado o sembraron el terreno para que otro lo haga después.
Sin ir más lejos, en nuestra historia reciente, la familia Frei se anotó con dos presidentes de la República. Por un lado, Eduardo Frei Montalva entre 1964 y 1970, y 24 años después, asumiera su hijo, Eduardo Frei Ruiz-Tagle entre 1994 y 2000.
Otro caso similar se vivió con los Alessandri. Arturo Alessandri Palma ejerció la presidencia en dos periodos durante 1920-1925 y 1932-1938. Años después, su hijo, Jorge Alessandri Rodríguez hizo lo mismo entre 1958 y 1964.
De esta familia provienen todos los Alessandri que podemos ver en la política nacional, como el candidato a la alcaldía por Lo Barnechea, Felipe Alessandri (RN), quien fuera exalcalde de Santiago, cuenta también con un hermano en el Cámara Baja, Jorge Alessandri (UDI). Además, su padre, Gustavo Alessandri Valdés, también se dedicó a la política desempeñándose como diputado y alcalde.
Por otro lado, Mariana Aylwin, hija del expresidente Patricio Aylwin, el primero en asumir el cargo después de la dictadura, ejerció como diputada y ministra de Educación bajo el gobierno de Ricardo Lagos Escobar. Hablando de Lagos, aún es posible ver a su hijo del mismo nombre en el Senado.
Ejemplos como esos, hay miles y son transversales a todos los sectores y colores políticos. Sin embargo, parece no tener fin.
Los «nuevos» herederos
A sólo meses de una nueva elección municipal, los partidos políticos desplegaron a todas sus figuras junto a sus principales cartas para darse a conocer en ferias y centros o lugares donde circula mucha gente. Lo típico.
Bajo ese prisma, fue posible reconocer algunos rostros o apellidos que se repiten con absoluta normalidad en los pasillos de las principales instituciones del Estado.
Conocido es el ejemplo de los Ossandón, donde la familia suma a dos parlamentarios de Renovación Nacional a su haber: Manuel José, en el Senado y Ximena en la Cámara de Diputados. El primero se desempeñó anteriormente como alcalde en las comunas de Pirque y Puente Alto.
Manuel José Ossandón Lira, hijo del senador, fue miembro de la Convención Constituyente y hasta hace sólo unos días, iba como precandidato a alcalde por Puente Alto, sin embargo, su candidatura fue desechada por la opción del actual concejal Felipe Ossandón Ross, sobrino del exalcalde y senador Ossandón e hijo del empresario y exgerente general de Larraín Vial, Ignacio Ossandón Irarrázabal.
En el sur la situación no es muy distinta. La concejala de la UDI, Valentina Pavez van Rysselberghe, es hija de la exsenadora y expresidenta del mismo partido, Jacqueline van Rysselberghe. Además, es sobrina del senador Enrique van Rysselberghe. Hace dos semanas, fue elegida como la candidata para competir por la alcaldía de Concepción.
De la mano de la derecha, los Van Rysselberghe tienen un amplio historial político en la Octava Región y parece no detenerse. Enrique van Rysselberghe Martínez, abuelo de Jacqueline, fue alcalde de Concepción en dos períodos durante la década de los 70.
Además, su hijo, Enrique Van Rysselberghe Varela, padre de Jacqueline y Enrique, fue diputado durante la década de los 90.
Los Ward también se hacen presentes en este listado, donde Felipe además de diputado por el norte del país, fue designado como ministro pasando por varias carteras bajo el gobierno del expresidente Sebastián Piñera. Para estas elecciones municipales, asoma su hermano Carlos Ward, quien pretende ocupar el sillón municipal de Lo Barnechea. Ambos son militantes de la UDI.
Por el otro lado de la vereda también existen ejemplos. Según detalló La Segunda, Eduardo Saavedra, candidato a alcalde por Talcahuano, es hijo del senador socialista por la Región del Biobío, Gastón Saavedra, quien además, también ejerció como diputado y alcalde de la siderúrgica.
A todos estos ejemplos, le podríamos agregar mil más, como sucede con los Coloma en la UDI, o los Zaldivar hasta hace unos años atrás, en fin, es un largo etcétera. Si hiciéramos el mismo ejercicio en mundo empresarial, el resultado sería igual o peor.