Tomar distancia para ver mejor

Todos estamos angustiados con las crisis por las cuales pasa la Madre Tierra y la vida humana

Tomar distancia para ver mejor

Autor: Wari

Todos estamos angustiados con las crisis por las cuales pasa la Madre Tierra y la vida humana. Y tenemos buenas razones para ello, pues nos estamos enfrentando a un futuro que puede ser de vida o de muerte.

Para ver mejor la situación, tenemos que tomar un poco de distancia. Vamos a comprimir los más de 13.000 millones de años de existencia del universo en un único año cósmico. Vamos a ver cómo a lo largo de los meses fueron surgiendo todos los seres hasta los últimos segundos del último minuto del último día del año. Veamos cómo queda el escenario que un cosmólogo amigo me ayudó a calcular.

El 1 de enero ocurrió la Gran Explosión (el big bang).

El 1 de marzo surgieron las grandes estrellas rojas que después explotaron y de sus elementos, lanzados en todas las direcciones, se formó el actual universo.

El 8 de mayo surgió la Vía Láctea, una entre cien mil millones.

El 9 septiembre nació el Sol, el centro de nuestro sistema.

El 1 de octubre nació la Tierra, el tercer planeta del Sol.

El 29 de octubre irrumpió la vida en el seno de un océano primitivo. El 21 de diciembre surgieron los peces.

El 28 de diciembre a las 8.00, los mamíferos.

El 28 de diciembre a las 18:00 horas, volaron los pájaros.

El 31 de diciembre a las 17.00 horas nacieron nuestros antepasados pre-humanos, los antropoides.

El 31 de diciembre a las 22.00 horas entra en escena el ser humano primitivo: el australopiteco.

El 31 de diciembre a las 23 horas, 58 minutos y 10 segundos surgió el ser humano de hoy, llamado sapiens sapiens, portador de conciencia refleja.

El 31 de diciembre a las 23.00 horas, 59 minutos y 6 segundos nació Jesucristo, figura central del cristianismo y, para los cristianos, el salvador del mundo.

El 31 de diciembre a las 23.00 horas 59 minutos y 59,02 segundos Pedro Alvares Cabral llegó a Brasil.

El 31 de diciembre a las 23.00 horas y 59 minutos y 59,03 segundos Europa empezó a ser una sociedad industrial y a expandir su poder, explotando el mundo y creando el foso actual entre ricos y pobres.

El 31 de diciembre a las 23 horas, 59 minutos y 59,54 segundos, se hizo la Independencia de Brasil.

El 31 de diciembre a las 23 horas, 59 minutos y 59,56 segundos (a partir de 1950) el ritmo de la explotación y devastación ecológica se aceleró dramáticamente.

El 31 de diciembre a las 23 horas, 59 minutos y 59,58 segundos Lula fue elegido presidente, un obrero en el poder.

Poco después se constató el peligroso calentamiento global que puede amenazar el futuro de la civilización.

El 31 de diciembre a las 23 horas, 59 minutos y 59,59 segundos vinimos nosotros al mundo.

El sentido de esta lectura es desbancar el antropocentrismo, es decir, esa visión que concede valor intrínseco solamente al ser humano y coloca todo lo demás a su servicio. La historia del universo muestra que no es exactamente así. El ser humano es uno de los últimos seres que han aparecido y se inserta en el movimiento general del cosmos. Pero posee una singularidad: sólo él es consciente de esta historia y de su lugar en el tiempo. Y se siente responsable por el curso bueno o desastroso de la Tierra.

El tiempo humano es más corto que el leve suspiro de un niño. Incluso así, surge en nosotros un sentimiento de gratitud hacia el universo que organizó todas las cosas de forma tal que ahora podemos estar aquí para pensar y admirar estas maravillas, llenos de respeto y reverencia.

Y no estamos solos. El universo nos dio tantos compañeros y compañeras: las estrellas, los animales, las plantas, los pájaros y los seres humanos, todos formados por los mismos elementos cósmicos. Somos un gran Todo.

Este Todo terrestre no puede acabar miserablemente por nuestra irresponsabilidad. Vamos a superar la crisis y a seguir viviendo y brillando, pues nuestra cuna está en las estrellas.

Por Leonardo Boff


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