Una millonaria demanda enfrenta una empresa de limpieza en Estados Unidos luego de que uno de sus trabajadores destruyera por casualidad las muestras de una importante investigación científica. Según relatan desde el instituto donde ocurrieron los hechos, el sujeto habría desconectado el congelador que almacenaba las muestras, comprometiendo 20 años de una investigación pionera.
El hecho ocurrió en septiembre de 2020 en el Instituto Politécnico Rensselaer de Troy, lugar donde se estaba desarrollando una investigación sobre fotosíntesis con un potencial revolucionario en el desarrollo de paneles solares y energías limpias.
Durante la pandemia de COVID-19, el congelador que contenía las muestras de la investigación sufrió un desperfecto: la alarma alertaba un aumento de temperatura de 3°C. Por suerte, los cultivos celulares que se encontraban en su interior no salieron perjudicados por la situación, pero desde la universidad se pusieron en contacto de inmediato con una agencia de reparaciones para evitar futuros problemas similares. El arreglo de la máquina tardaría una semana.
En el entretanto, los encargados del laboratorio colocaron un cartel que alertaba de esta situación: «Este congelador emite un pitido porque está en reparación. Por favor, no lo mueva ni lo desenchufe. No es necesario limpiar esta zona. Puede pulsar el botón de silencio de alarma/prueba durante 5-10 segundos si desea silenciar el sonido», se leía.
Sin embargo, días después de que saltara la alarma, un trabajador perteneciente a la empresa de limpieza contratada por la universidad desconectó el interruptor que suministraba electricidad al congelador. Según señala un informe presentado por el personal de seguridad del instituto, el trabajador pensaba que estaba encendiendo el interruptor cuando en realidad lo había apagado.
Cuando los investigadores volvieron al laboratorio, se percataron de que la temperatura del congelador había aumentado 50°C, dañando irreparablemente todas las muestras que había en el interior. Según señalaron los investigadores, las muestras quedaron «comprometidas, destruidas e insalvables, echando por tierra más de 20 años de investigación».
Por lo anterior, el instituto interpuso una demanda contra la empresa de limpieza por daños estimados de un millón de dólares. Desde el equipo jurídico afirman que la empresa que empleó al trabajador no formó adecuadamente a su empleado.
Los abogados del instituto entrevistaron al trabajador que desconectó el congelador y aseguraron que no tenía malas intenciones: «No parecía creer que hubiera hecho nada malo, sino que solo intentaba ayudar», declararon.