La exministra de Desarrollo Social Karla Rubilar oficializó este viernes su candidatura a la alcaldía de Puente Alto, convirtiéndose así en la carta de Renovación Nacional para suceder a Germán Codina en las elecciones municipales de octubre,
«Voy a competir por la alcaldía de Puente Alto y estoy dispuesta a ir a primarias para mantener la unidad del sector. No creo en las carreras personales y siempre he trabajado en equipo, por lo que esta vez no será la excepción», expresó Rubilar en entrevista con La Tercera.
A pesar de que su candidatura se hizo oficial este viernes, la operación para imponer a Rubilar como alcaldesa de Puente Alto comenzó en abril de 2022, cuando Germán Codina decidió contratarla a honorarios como «coordinadora social» del gabinete, según reveló un reportaje de El Ciudadano.
Desde este puesto, y con un sueldo líquido promedio de $2.672.480, Rubilar se convirtió en la mano derecha de Codina y comenzó a apuntalar su nombre entre la comunidad puentaltina, asumiendo labores que le aseguraban visibilidad y vínculo con los vecinos.
«Era el contacto para «solucionar» problemas de los vecinos, en el sentido de que si necesitan algo, ella lo consigue más rápido. Era quien cortaba los tickets en la puerta del balneario municipal, como una especie de anfitriona. Aparece en las fotos protocolares con Codina. En el desfile de Fiestas Patrias, Codina la sentó a su lado. En el Te Deum fue la que llevó las ofrendas al cura. Durante los almuerzos que se desarrollaron en el Pueblito La Vizcachas, se tomaba fotos con todas las mesas junto al alcalde», relató una fuente cercana al municipio.
Las críticas de Ossandón
El rol de Rubilar al interior de la municipalidad de Puente Alto generó roces con otras figuras del sector, como el senador Manuel José Ossandón, quien señaló que «no me parece correcto que un alcalde contrate una persona para ser candidata».
«La candidata (Rubilar) fue contratada, es candidata pagada por el municipio y llegó con cinco personas que además trabajan y una de esas personas fue nombrada jefe del departamento comunitario con un tremendo sueldo para dirigir la campaña. No hay fair play», criticó en ese entonces quien fuera alcalde de Puente Alto durante 12 años.
Sin embargo, las críticas de Ossandón también responden a un interés personal: el senador impulsa la candidatura de su sobrino, el concejal Felipe Ossandón, quien no cuenta con la venia del partido. Rubilar, por su parte, se ha mostrado abierta a competir en primarias para convertirse en la candidata única del sector.
«Para ganar la alcaldía de Puente Alto uno tiene que ganarles a todos y en todas las instancias. Por lo tanto, me imagino que el concejal también está disponible a enfrentar todos los mecanismos de la democracia. Si no fuera así, que siempre existe esa posibilidad, estoy disponible a competir, incluso con él, por fuera», asegura Rubilar.