En Santa Marta, capital del departamento colombiano de Magdalena, se lleva a cabo desde este jueves 10 de noviembre el VIII Encuentro del Grupo de Puebla bajo la consigna «La región unida por el cambio».
Al evento, que cerrará este viernes, han asistido al menos 60 dirigentes de 17 países, entre ellos los expresidentes José Luis Rodríguez Zapatero (España), Ernesto Samper (Colombia), Dilma Rousseff (Brasil), Evo Morales (Bolivia) y Leonel Fernández (República Dominicana). Asimismo, de manera virtual, enviaron sus mensajes los mandatarios de Argentina, Alberto Fernández, y de Chile, Gabriel Boric.
En el encuentro, Samper abogó por cambios en el progresismo en la región. «Tenemos que renovar la agenda progresista, no podemos seguir simplemente combatiendo el modelo neoliberal, que por supuesto que se está autoderrotando, tenemos que tener una alternativa y esa alternativa es el modelo solidario de desarrollo que está proponiendo el Grupo de Puebla», indicó.
De acuerdo con el exmandatario colombiano, ese modelo tiene varios elementos que podrían formar parte de una nueva agenda para América Latina, entre ellos: cómo enfrentar la desigualdad social; crear valor para prescindir del modelo extractivista o de maquila; avanzar en reindustrializar a la región; construir ciudadanía para facilitar la movilidad de las personas; y llevar adelante la transición ecológica.
«No nos podemos quedar en los viejos conceptos o en los arquetipos de hace 20 o 30 años», insistió Samper.
El exdiputado chileno Marco Enríquez-Ominami, coordinador del Grupo de Puebla, comentó, en entrevista con RT, que este encuentro se da tras «una nueva ola progresista» en la región, luego de que la izquierda ganara las elecciones en ocho países.
«El desafío es grande, por eso tenemos que reunirnos, pensar, proponer y en eso estamos», señaló el coordinador.
El presidente argentino, en el mensaje que envió, celebró esas crecientes victorias en la región e hizo referencia al reto que esto conlleva. «Tenemos un deber enorme: hacer más igual el continente, generar más igualdad», manifestó.
Asimismo, Fernández señaló que con la pandemia se evidenció la importancia del Estado como «el gran articulador de la igualdad», para mejorar «la distribución del ingreso y las condiciones sociales».
El legado de destrucción de la derecha
Enríquez-Ominami indicó que entre los temas que se tratan en el foro está el de la integración regional. Al respecto, comentó que la derecha en América Latina y el Caribe «destruyó todo lo que se había hecho», aludiendo al debilitamiento de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y el intento con la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
En ese sentido, consideró que la creación del extinto Grupo de Lima y el Foro para el Progreso de América del Sur (Prosur) contribuyó a minar las iniciativas de integración que les precedieron.
«La pregunta es cómo actuamos juntos en un mundo que cada día nos da más la espalda […] Necesitamos unirnos. En un mercado de 700 millones de habitantes coordinados, colaborando e integrados, somos una fuerza», enfatizó el exdiputado chileno.
Durante su intervención en el foro, el expresidente Morales consideró que es «el mejor momento» para relanzar la Unasur y fortalecer e institucionalizar a la Celac.
Por su parte, en su mensaje vía telemática, Boric comentó que desde su administración están empeñados en trabajar por la integración latinoamericana. «Tenemos muchísimo más por avanzar, no solamente en integración comercial, que es lo que siempre se habla, sino también la integración política y cultural […] Nos necesitamos más unidos que nunca, o nos salvamos juntos o nos hundimos por separado«, señaló.
Fuente: RT.