Esta versión del Festival no tuvo el tradicional piscinazo de otras ediciones festivaleras. Naya Fácil llegó hasta la piscina rodeada de fotógrafos y periodistas para captar el momento, sin embargo, al bajar la escalera y entrar en contacto con el agua, la nueva embajadora no supo desenvolverse en la piscina. No sabía nadar.
Al ser consultada sobre la situación, la influencer aclaró que “las personas pobres no tuvimos acceso a clases de natación”.
Esto generó una ola de reacciones al punto que los medios entrevistaron expertos para saber qué tal real era esto, sin embargo, los lectores del medio y distintos usuarios en redes sociales se refirieron al titular.
El titular dice: ¿Es cierto que las personas con pocos recursos tienen menos habilidades para nadar?
Muchos comenzaron a criticar el titular y a sugerir modificaciones como ¿Es cierto que las personas con pocos recursos tienen menos oportunidades para nadar?
A raíz de lo anterior, a través de su cuenta en Instagram, el sitio geomapas.cl realizó un post que sacó aplausos.
En él, grafican la distribución espacial de piscinas en Santiago (que es donde hay más datos) tiene una fuerte correlación espacial con los niveles de ingresos. Es decir, en el sector alto de la capital es donde hay más piscinas.
“A partir de lo anterior, podríamos decir que claramente este es otro problema de desigualdad territorial ligada al acceso a oportunidades, en este caso a piscinas, lo cual incide en las posibilidades de que uno pueda aprender a nadar”.
“A esto agreguemos la falta de tiempo libre en los hogares, menores ingresos para pagar cursos o la escasa oferta de piscinas públicas en comunas de menores ingresos”
Finalmente, desde geomapas.cl, agregan que “esto puede extrapolarse fácilmente a otras actividades o deportes como atletismo, ciclismo”