Tribunal ordena indemnización a Héctor Llaitul por $12 millones por víctima de tortura durante la dictadura

El líder de la CAM fue reconocido como víctima de tortura y prisión política por la Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura, Comisión Valech II, bajo el número 4711.

Tribunal ordena indemnización a Héctor Llaitul por $12 millones por víctima de tortura durante la dictadura

Autor: Leonardo Buitrago

El líder y vocero de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), Héctor Llaitul Carrillanca, presentó el año pasado, una demanda de indemnización por crímenes de lesa humanidad en contra del Estado de Chile, debido a las torturas que recibió durante la dictadura militar, y exige una compensación de $200 millones por los daños sufridos.

La demanda del líder de la CAM, fue presentada el pasado 18 de agosto y declarada admisible por el el 7º Juzgado Civil de Santiago.

El líder de la CAM se encuentra en la lista de la Comisión Valech II; como una de las miles de víctimas de la detención ilegal y arbitraria, de tortura y prisión política, solo por pertenecer al pueblo mapuche.

En la acción judicial, Llaitul relató cómo fue incomunicado, privado de alimentación adecuada y golpeado, tras su detención por Carabineros en 1988.

Ante esta solicitud, el pasado 31 de mayo, la jueza del 7°Juzgado Civil de Santiago, Carolina Ramírez Reyes, falló parcialmente a favor de Llaitul y condenó al fisco a pagarle $12 millones por daño moral, refiere MegaNoticias.

¿Qué dice la demanda de Héctor Llaitul?

El líder de la CAM fue reconocido como víctima de tortura y prisión política por la Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura, Comisión Valech II, bajo el número 4711.

En el juicio, aseguró que fue sometido a maltratos físicos y verbales “mediante golpes de puños y pies, posiciones asfixiantes, esposado de rodillas y sometido a posturas forzadas, con golpes continuos y burlas debido a su condición de Mapuche y miope”.

En la cárcel de Quillota, habría estado recluido en los calabozos “aislado en una celda sin luz, sin colchón ni baño, con solo una comida diaria consistente en un té y pan, donde fue interrogado por agentes de la Central Nacional de Informaciones CNI en tres ocasiones durante los diez días que permaneció incomunicado debido a su condición de estudiante de servicio social, debido a que en el centro de alumnos de su carrera fueron encontrados armas y explosivos”, según detalla el escrito judicial.


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