La Unión Europea exhortó a Israel a detener las demoliciones de viviendas y escuelas en los territorios palestinos.
El portavoz de la diplomacia comunitaria, Peter Stano, señaló que las fuerzas israelíes demolieron más de 70 estructuras esta semana, incluidas instalaciones residenciales, de subsistencia y de saneamiento en Khirbet Hamsa al Foqa, en el norte del valle del Jordán.
Esta acción a gran escala, que afectó a 11 familias palestinas con 41 niños, «confirma una vez más la lamentable tendencia de confiscaciones y demoliciones desde principios de año», declaró Stano.
Según él, 52 escuelas palestinas se exponen hoy a la amenaza de demolición, entre ellas un colegio en la comunidad de Ras al Teen, en el centro de Cisjordania, cofinanciado por el bloque y varios Estados miembros de la UE.
«Estos acontecimientos constituyen un impedimento para la solución de dos Estados. La UE reitera su llamamiento a Israel para que detenga todas estas demoliciones, incluidas las de estructuras financiadas por la UE, en particular a la luz del impacto humanitario de la actual pandemia de coronavirus», apuntó el portavoz.
Destrucción a los palestinos
Excavadoras israelíes demolieron una pequeña aldea beduina en el valle del Jordán en Cisjordania dejando a unos 73 palestinos, incluidos 41 niños, sin hogar, según informó Naciones Unidas y recogió la radio nacional israelí.
La administración militar de Israel en los territorios palestinos, COGAT (Coordinador de Actividades Gubernamentales en los Territorios), indicó que la demolición se llevó a cabo porque la aldea «había sido deliberadamente construida en un campo de tiro del Ejército».
Al parecer la aldea beduina de Jirbet Humsa, cerca de Tuba, fue destruida el martes y observadores internacionales llegaron al lugar este miércoles y solo entonces denunciaron los daños.
Los grupos de derechos humanos dijeron que se demolieron alrededor de 75 estructuras, incluidas 18 tiendas de campaña y cabañas que albergaban a unas 11 familias. La demolición fue la más grande en más de una década, según la ONU.
El primer ministro de la Autoridad Palestina, Mohammad Shtayyeh, condenó las demoliciones, que calificó de «destrucción metódica de la posibilidad de un Estado palestino», según la agencia de noticias palestina Wafa.
Por su parte, Amit Gilutz, portavoz de B’Tselem, un grupo de derechos humanos que rastrea las acciones israelíes en Cisjordania y Gaza, dijo que «la eliminación de toda una comunidad a la vez es extremadamente rara. Parece que Israel estaba aprovechando que la atención de todos está puesta en otra parte para seguir adelante con este acto inhumano».
Según B’Tselem, 798 palestinos en Cisjordania se han quedado sin hogar por las demoliciones israelíes en lo que va de año, el número más alto desde que el grupo de derechos humanos comenzó a recopilar datos en 2016.
Fuente: Sputnik
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