Más conocido como “Abu Sumayyah”, Kabir Ahmed cometió un ataque suicida contra las fuerzas de seguridad el pasado viernes, dejando 8 víctimas mortales y 15 heridos de distinta consideración. Sin embargo, ningún grupo terrorista se ha atribuido hasta el momento la autoría intelectual del mortal atentado. Ahmed, un joven de 32 años que estaba casado y tenía hijos, al parecer siguió al comandante de la brigada yihadista Jund al-Sham hasta Siria y luego se desplazó hasta el autoproclamado Estado Islámico (EI). Así lo ha asegurado Shiraz Maher, un alto miembro del Centro Internacional para el Estudio del Radicalismo de Londres, a través de un tuit.
Hace solo unos meses, Ahmed reconoció en el programa Panorama de la BBC que se encontraba estaba en una “lista de espera” para erigirse en atacante suicida, explicando que “todo el mundo tiene su nombre en la lista… todo el mundo quiere pelear”.
Condenado por un delito de odio homófobo
El terrorista, además, en 2012 se convirtió en una de la tres primeras personas detenidasen Reino Unido por un delito motivado por el odio LGTBfóbico, junto a Ihjaz Ali y Razwan. Ahmed fue sentenciado por la Corte Penal de Derby a dos años por considerarse el responsable del reparto de panfletos en los alrededores de una mezquita, en los que aparecía un muñeco colgado de un árbol con la inscripción “pena de muerte”, en alusión a la comunidad LGTB. El tribunal entendió que los folletos no eran simplemente insultantes sino que constituían “una amenaza”, y se distribuyeron “con el objetivo de incitar al odio”.
Durante el juicio, no obstante, Ahmed justificó sus acciones por su derecho a opinar libremente como ciudadano nativo del Reino Unido, ya que “vivimos en una sociedad, y si no detenemos esto que es como un tsunami aquí ocurrirá un desastre de semejante magnitud”. Su historial homófobo, en cualquier caso, todavía no termina aquí. Junto con varios acompañantes, Ahmed atacó verbalmente a los participantes del Orgullo de Derby de 2011 con cánticos como “gais, gais, gais, esperamos que muráis de sida”. Él y sus acompañantes también portaban escritos lemas de la siguiente naturaleza: “homosexualidad = Crimen contra Dios” o “el Islam es la última verdad”.
Tras su detención en 2012, el presidente ejecutivo de la asociación LGTB Stonewall, Ben Summerskill, declaró que “todo este caso evidencia la larga lucha de Stonewall para garantizar la protección jurídica específica para las personas gays frente a la incitación al odio”.