Bruno González, un niño de ocho años, encontró los restos de un animal prehistórico de unos 100.000 años de antigüedad en una playa mientras paseaba junto con sus padres.
El menor vive en la ciudad de Miramar, una urbe de la costa atlántica ubicada a 500 kilómetros de Buenos Aires, donde se ha convertido en una nueva celebridad luego de descubrir unos huesos incrustados en un barranco que resultaron tener un valor histórico.
Sus padres, Bárbara Lugones y Álvaro González, le avisaron al Laboratorio de Paleontología del Museo de Ciencias Naturales de Miramar para que expertos fueran a revisar y rescatar los restos que estaban cubiertos de arena.
Después de realizar los análisis pertinentes, los especialistas confirmaron que los fósiles pertenecen a la pelvis y la cola articulada de un perezoso gigante llamado Scelidoterio, que vivió en Sudamérica hasta el momento en que finalizó la Edad de Hielo.
Télam, la agencia estatal de noticias, explicó que estos animales llegaron a medir unos tres metros de largo y pesar casi una tonelada.
El rescate de los restos fue exitoso gracias, sobre todo, a que ni el niño ni sus padres intentaron sacarlos por sus propios medios.
Fuente: RT.
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