Ante la aprobación de dos nuevas centrales hidroeléctricas en territorio chileno nos vemos en la obligación de informar contra este nuevo atentado en nombre del «progreso». Claro, «progreso» para los empresarios que lucrarán con los nuevos proyectitos que esta vez tienen como mira la localidad del Achibueno en la región del Maule [entre las regiones del Bio-Bio y de O’higgins]. Frente a la aprobación, la población local ha respondido con organización espontánea y manifestaciones que han terminado con enfrentamientos entre pobladores y fuerzas especiales que han llegado recientemente al territorio para proteger la «paz» de los poderosos. En los medios masivos aún no se da cobertura a estos hechos, pero qué vamos a esperar, será necesario que los acontecimientos lleguen a una violencia extrema (como lo sucedido en Aysén o Freirina) para que pongan sus camaras en el lugar. Aprovechamos a informar que se prepara una protesta en la zona para el día 28 de julio. Bueno, sin quitarles más tiempo les dejamos el texto que nos envían directamente de la zona del conflicto, el cual explica el problema en cuestión.
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El Cajón del Achibueno debe ser unos de los lugares más prístinos que van quedando en nuestro país, de ahí que su nombre provenga del Mapudungun, que significa “Cristal del Monte”. Por décadas ha sido el balneario natural no sólo de los linarenses, sino de muchos visitantes que quedan enamorados de sus paisajes, su flora y su fauna, pero por sobre todo de la tranquilidad que entrega este sector.
La cuenca del río Achibueno se ubica en la cordillera de los Andes a 30 km al sur oeste de la ciudad de Linares, desde su origen en la misma cordillera hasta su confluencia con el río Ancoa, abarca una superficie aproximada de 1.023 km2 Incluyendo las comunas de Linares y Longaví. Especies como la yaca, el loro tricahue, el pato cortacorrientes y el sapo espinoso son muy fáciles de encontrar en esta zona. Es esta diversidad biológica lo que la hizo ser “acreedora” el año 2003 de la categoría de “Sitio Prioritario de Conservación de la Biodiversidad”, entregado por la ex Conama (1). Pero esta tramitación se perdió en el tiempo por culpa de la burocracia del gobierno de la ex presidenta Michelle Bachelet.
Esta mágica conexión de la naturaleza con el hombre se da en muy pocas zonas de la región del Maule, la cuenca del Achibueno es la única zona que, junto a los parques Radal Siete Tazas y Altos de Lircay, no ha sido intervenido por la mano del ser humano. En este contexto, el sector del Achibueno mantiene una sana y armónica relación con el hombre. Son los mismos lugareños de sectores como Los Hualles, Vega de Salas, Pejerrey, quienes viven de la naturaleza y respetan el ciclo natural de las especies. Además de la importancia de la biodiversidad, esta zona tiene una relevancia antropológica y de identidad para la comuna de Linares, pues aquí se encontraron los primeros vestigios de habitantes de la zona. Este hallazgo fue hecho por los arqueólogos Hans Niemeyer y Lotte Weisner en la década del sesenta y es un importante patrimonio arqueológico que incluye petroglifos y restos de antiguos asentamientos humanos prehispánicos en el área del estero La Gloria, Las Ánimas, Monte Oscuro, Las Lástimas. Entonces, para usted ¿es tan difícil entender cómo lugares como estos sean intervenidos por unos pocos? La respuesta es muy fácil: los intereses económicos del multimillonario Isidoro Quiroga. El empresario de bajo perfil y oriundo de Los Andes hizo fortuna introduciendo los kiwis a Chile en la década de los 80´s. Fue uno de los primeros en comprar acciones de Iansa y ha comprado paquetes de acciones en Endesa, Chilectra, Enersis, Gener, Colbún, y Pilmaiquén. Desde el 2004, Quiroga se ha dedicado al negocio hidroeléctrico, posee derechos de agua desde la VI a la X Región que, según se comenta, le permitiría construir centrales por un total de 500 MW. Y este es el punto más relevante, ¿para qué quiere estas centrales de paso el señor Quiroga? Lo más probable, y según se comenta a nivel empresarial, es para desarrollar proyectos mineros en la zona. Actualmente Quiroga posee acciones en Pilmaiquén, Entel, Carozzi, Pehuenche y Quintec (2).
Pero esta historia comienza el 23 de marzo del 2009, cuando la Empresa Hidroeléctrica Centinela S.A. presenta ante el Ministerio del Medio Ambiente la carta de presentación del Estudio de Impacto Ambiental de dos centrales hidroeléctricas de paso (El Castillo y Centinela) de 135 MW las dos y que representa un aporte de menos de 1% al Sistema Interconectado Central (SIC) y que además contempla una inversión de 285 millones de dólares. Tiene un ciclo de vida útil de 100 años y “aportará” a la comuna con 495 puestos de trabajo en su construcción y 30 en su operación (3). La intervención del río implica secar el cause en una longitud de 44 kilómetros, destruyendo el hábitat de una gran cantidad de peces nativos, cortar cientos de hectáreas de milenarios bosques ancestrales que albergan múltiples especies como el hualo, el ciprés de cordillera y el loro tricahue, y depositar millones de metros cúbicos de escombros en las riberas del río. En su informe de Impacto Ambiental, Centinela S.A. declara abiertamente: “La alteración de la calidad y fragilidad visual del paisaje, debido a la modificación de sus componentes físicos, bióticos, la introducción de elementos de origen antrópico y el incremento parcial de la accesibilidad a nuevos territorios” (4). Ante esto la empresa propone como medida de mitigación, la protección de la flora y fauna nativa, creación y pavimentación de caminos privados y públicos, entre otras medidas. Pero yo me pregunto ¿cómo se protege la flora y fauna cuando el paisaje va a ser intervenido tanto física como biológicamente?
Existen numerosas irregularidades en el informe presentado por la hidroeléctrica y ratificados por director de la Conama de ese entonces, quien reconociera que el proyecto no cumplía con las exigencias necesarias tan solo días antes de votar a favor del proyecto.
Pese a haber sido aprobado en una primera instancia el informe de SEIA (Servicio de Evaluación e Impacto Ambiental) no declara muchos puntos a mejorar en el proyecto, sin embargo la Dirección General de Aguas (DGA) y la División de Recursos Renovables y Biodiversidad del Ministerio del Medio Ambiente se vieron obligados a emitir un comunicado en donde la DGA plantea lo siguiente:
“En conclusión, este Servicio informa que sobre la base de la revisión de los antecedentes entregados durante la evaluación ambiental del proyecto, no existen los respaldos suficientes para determinar en forma fehaciente que el caudal ecológico propuesto satisfaga los requerimientos para la mantención de la biota (seres vivos acuáticos) y los usos antrópicos (relacionados al hombre) identificados en el área de influencia del proyecto” (5).
Además División de Recursos Renovables y Biodiversidad del Ministerio del Medio Ambiente plantea:
“…las medidas propuestas por el titular son insuficientes y resultan inadecuadas en consideración a los impactos identificados y a la calidad ambiental del Sitio Prioritario Altos de Achibueno” (6).
Además existen 161 Observaciones hechas por la comunidad, organizaciones y particulares de la comuna de Linares y Longaví que rechazan la construcción de estas centrales por diversos motivos allí expuestos y que proponen medidas de mitigación no expuestas en el informe del SEIA por parte de la Hidroeléctrica Centinela S.A.
Sin embargo, después de cuatro años de haber luchado, resistido, golpeado puertas y creído en nuestros representantes políticos de la zona, el pasado viernes 20 de julio el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad, compuestos por los ministros del Medio Ambiente, de Agricultura, de Hacienda, Salud, Economía, Energía, Obras Públicas, Vivienda, Transportes y Telecomunicaciones, Minería y Desarrollo Social; aprobó por seis votos a favor y cinco en contra la construcción del “Proyecto Hidroeléctrico Achibueno”. La única observación de mitigación que se le hizo fue “una medida compensatoria mayor por el sitio prioritario Achibueno, en vez de 200 hectáreas propuestas a 400 hectáreas en un sitio aledaño al lugar y un aumento del caudal ecológico para los meses de septiembre, octubre, noviembre y diciembre” (7).
Ante este semejante terrorismo contra el patrimonio natural de los linarenses, no me puedo quedar incólume. Está claro que todo proyecto genera un impacto, pero se debe entender que un proyecto como éste, no representa un “desarrollo” para la zona ni para el país, por el contrario, simboliza la pérdida de la diversidad biológica, de los ecosistemas y de la identidad e historia local. Este proyecto no tiene ni pies ni cabeza y representa los intereses de muy pocos, por sobre los de una ciudad. No sólo porque propone la transformación del agua de nuestro río, sino que además la transformación de la naturaleza en mercancía. Por otra parte generalmente caemos en prejuicios y calificamos a luchas como esta, como ambientalistas o ecologistas, pero no somos ‘hippies de mierda’ por defender nuestro río, somos personas que defienden algo que es de todos y que comprenden que la construcción de una central hidroeléctrica es un proceso cultural, político, judicial, social, económico y ambiental que trasciende los intereses de todos nosotros y representa el patrimonio intangible de nuestra sociedad.
No tengo la solución para la matriz energética de nuestro país, pero a lo largo de nuestra historia nos hemos dado cuenta que estas construcciones representan unos elefantes blancos que quedan para siempre tatuados en nuestra realidad y los más afectados siempre son las comunidades aledañas que no tienen opción de emigrar de su zona, generalmente son gente pobre que subsiste de su entorno y en donde el Estado no se hace cargo de sus necesidades, ejemplos hay muchos. Ralco, Pangue, Lota, Sewell, las salitreras en el norte, etc. Yo no quiero que Linares sea parte de esa cicatriz, por esa razón, yo me opongo a las centrales en el río Achibueno porque no quiero más injusticias en mi país.
Yo me opongo a las centrales en el río Achibueno porque las centrales hidroeléctricas no son limpias ni sustentables.
Yo me opongo a las centrales en el río Achibueno porque el agua es vida y la vida no se negocia!
¿Y tú por qué te opones?
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NOTAS:
1) Biodiversidad de Altos del Achibueno. Guía para Identificar Especies. Pablo Monasterio, Gabriela Baeza, Gonzalo Gallardo. http://issuu.com/pabloendemico/docs/biodiversidaddeachibueno
2) http://www.nexchannel.cl/nexchannel/noticias/pdf.php?ver=1988963
3) Estudio de Impacto Ambiental. “Proyecto hidroeléctrico Achibueno”. Hidroeléctrica Centinela Limitada http://seia.sea.gob.cl/documentos/documento.php?idDocumento=3641862
4) Estudio de Impacto Ambiental. “Proyecto hidroeléctrico Achibueno”. Hidroeléctrica Centinela Limitada http://seia.sea.gob.cl/documentos/documento.php?idDocumento=3641862
5) Achibueno, Felipe McRostie en http://salvemosachibueno.wordpress.com/2012/07/20/1513/
6) Oficio Ord. N 122052 de fecha 12 de julio de 2012 de Jefe de dicho servicio Sr. Lionel Sierralta.
Por Marcos Álvarez Yáñez – Sociólogo.
Fotografias tomadas por http://www.flickr.com/photos/sunshineav/sets/721
25 julio, 2012
Publicado en metiendoruido.com
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