La presentación del libro: «Las Leyes del Olvido», de la escritora argentina Isabel Hernández, se realizó el martes 26 de abril en la Residencia Oficial de la Embajada de Argentina en Chile y tuvo la presencia del embajador, Rafael Bielsa.
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La jornada tuvo la presentación musical de los compositores Rodrigo Cáceres y Andrés Céspedes. Asimismo, en la presentación del libro, Isabel estuvo acompañada María Graciela Galván y Pablo Azócar, quienes comentaron sobre la novela en sus diversos pasajes, el que brinda una ficción con datos de la realidad acontecida.
Las leyes del olvido: Entre naufragios políticos y exilios irremediables
Isabel Hernández, nació en Rosario (Argentina) y reside desde más de 30 años en Chile. Es antropóloga y ha dirigido numerosos proyectos de investigación en Latinoamérica. Ha publicado libros de ciencias políticas y sociales, así como artículos científicos traducidos a distintos idiomas.
Sobre la presentación de su última novela “Las leyes del olvido” el martes 26 de abril, Hernández señaló: “Durante el lanzamiento de mi última novela «Las leyes del olvido» en la sede de la Embajada Argentina en Chile, me sentí muy feliz y conseguí expresarlo (…) Sentí muy cerca mis dos patrias (Chile y Argentina), y también a los colegas, amigas y amigos te mi patria chica, la ciudad de Rosario, de su universidad pública que editó el libro y las y los compatriotas de esa embajada, rosarinos algunos, al igual que nuestro Embajador, Dr. Rafael Bielsa”.
La escritora, también comenta del vínculo de este libro con la ciudad y universidad que la vio nacer: “Bien dicen que siempre se vuelve al primer amor. El río Paraná y la ciudad de Rosario me vieron nacer y, en la vieja Facultad de Filosofía y Letras de la UNR, esa Universidad de excelencia, aprendí a leer a los clásicos que hoy me guían”.
Sobre la novela en sí, Hernández destaca: “En las páginas de esta novela pretendí reflejar una historia apasionada sobre las arbitrariedades de las guerras y las dictaduras, sobre la absolución equivocada de la justicia, sobre seres perseguidos por sus ideales y también sobre las batallas perdidas de las mujeres que saben amar. Si al comienzo imaginé una saga familiar, me equivoqué. Esta novela es un racconto catastrófico de dos pueblos, de dos patrias también (esta vez España y Argentina). Ambas atravesadas por naufragios políticos y exilios irremediables que al final lograron destruir la identidad del más porfiado de los expatriados, de sus hijos y hasta de sus nietos”.
Isabel continúa relatando de su novela: “Quise escribir una historia de migración de una familia española republicana que llegaba a Rosario a mediados del siglo pasado, después del triunfo del franquismo, pero aquellos tíos y abuelos revolucionarios, batalladores en pro de la libertad y la dignidad terminaron siendo (en esta novela) unos falangistas homicidas. Habiendo crecido entre luchadores, habiendo conocido desde siempre la cultura de la derrota, ocurrió que algunos protagonistas, al ser llevados a la ficción, se cambiaron de trinchera y el abuelo José Antonio Ballesteros, uno de los personajes principales de este libro, resultó ser patético, un miserable aprovechador del triunfo de Francisco Franco”.
“A veces me he identificado con Carmen, la nieta de José Antonio. Una mujer que después de muchos tropiezos encuentra sentimientos vitales de libertad, recuerda las pasiones desbordadas que vivió y logra transformarlas en serenas, sintiendo un placer único como mujer libre, que sabe disfrutar como cuando se bebe un vino embriagador y reposado por siglos”, indica la escritora, quien agrega: “Eso sentí al brindar con el estupendo Malbec mendocino que antenoche nos ofrecieron en la Residencia de la Embajador. Lo sentí también al escuchar a Graciela Galván y Pablo Azócar, comentando mi obra y cuando estallaron los acordes de las guitarras y las bellas voces de Andrés Céspedes y Rodrigo Cáceres”.
Sobre la presentación de su libro en la residencia oficial de la embajada de Argentina en Chile, Isabel, señaló: “Fue junto al calor de una casa que siento también mía, esta vez poblada del inmenso cariño de innumerables amigas y amigos”. / a.s
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