En junio de este año, el presidente Gabriel Boric instruyó al Ministerio de Obras Públicas concretar la construcción del último tramo de la carretera que une a las ciudades de La Unión y Corral en la región de Los Ríos. La comunidad científica e incluso organismos públicos han alertado que el proyecto amenaza un bosque milenario y podría perjudicar gravemente a especies en peligro de extinción.
Se trata de la llamada ruta T-720, de la cual ya se encuentra construido el inicio y el final. Sin embargo, las obras para finalizar el tramo del medio, que atraviesa el Parque Nacional Alerce Costero, se encuentran suspendidas debido a que la CONAF presentó una serie de observaciones al proyecto.
La principal preocupación de la CONAF es la tala de más de 700 alerces que contempla la construcción del tramo de 10 kilómetros, esto debido a que el alerce es una de las especies arbóreas más longevas del mundo y crece solo en Chile y Argentina. Años de tala indiscriminada la han convertido en una especie en peligro de extinción, clasificación compartida tanto por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) como por el propio gobierno chileno.
La comunidad científica también ha manifestado el proyecto no es claro respecto al resguardo de estos árboles. En un primer momento se habló de que se talarían 148 alerces en total; sin embargo, cuando organizaciones de defensa ambiental solicitaron mayor información, el Ministerio de Obras Públicas informó que la cantidad de alerces cortados ascendería a 796.
Además, los expertos aseguran que la construcción de la carretera podría conllevar otros riesgos asociados: la proliferación de la tala ilegal por parte de privados, la muerte de especies nativas debido a atropellos o a la llegada de perros, e incluso el aumento de incendios forestales.
«[El proyecto] no se hace cargo del impacto que tendrá el mayor flujo de vehículos por la ruta, el cual será difícilmente controlado por la administración del Parque Nacional (…) Nos preocupa de sobremanera que al llegar gente, al llegar los turistas, se propaguen los incendios. CONAF tampoco tiene los recursos suficientes para hacerse cargo de fiscalizar toda esta área en el camino», señalan expertos en la materia.
Por otro lado, organizaciones ambientalistas aseguran que el objetivo real detrás de la construcción de la carretera sería facilitar el tránsito para la industria forestal, esto debido a que el proyecto incorpora el tránsito de categoría Camiones Simples de más de dos ejes, lo que contradice los supuestos «fines turísticos» declarados para la ruta.
«En el sector de Cumuleufu que es donde se termina la T -720 y se inicia la ruta que lleva a La Unión es un sector completamente plagado de empresas forestales y necesitan una ruta segura para que puedan llevar al puerto de corral», dice Luis Llanquilef Rerequeo, lonco de la comunidad mapuche Adrián Llanquilef Leal, ubicada en la comuna de la Unión.
Finalmente, los científicos aseguran que el proyecto violaría el tratado que Chile firmó durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad (COP-15) en diciembre 2022. En una carta publicada en la prestigiosa revista Science, llamaron al Gobierno a respetar los acuerdos internacionales y detener la construcción de la ruta T-720:
«El gobierno debe honrar sus compromisos y priorizar la protección de las especies más amenazadas del país», señalan.
*Esta información se basa en un reportaje publicado en el medio independiente Mongabay. Puedes leer el reportaje completo aquí.