«Desinformación y odio: medios internacionales denuncian la deriva tóxica de X bajo Elon Musk»
La red social X, anteriormente conocida como Twitter y ahora bajo el liderazgo de Elon Musk, ha sido blanco de severas críticas globales. Grandes medios como The Guardian, La Vanguardia, NPR, PBS, han decidido abandonar sus publicaciones regulares en la plataforma, señalando problemas relacionados con desinformación, racismo y la proliferación de contenido perturbador.
Estas decisiones reflejan un creciente descontento con la dirección tomada por X desde su adquisición por Musk en 2022.
Según The Guardian, la red social se ha convertido en un espacio “tóxico” donde “los perjuicios pesan más que los beneficios”. En un comunicado, el medio explicó que los recursos destinados a la plataforma podrían “emplearse mejor en otro lugar”, subrayando el impacto negativo de teorías conspirativas de extrema derecha y mensajes racistas que circulan ampliamente en X.
La campaña electoral reciente en Estados Unidos, que resultó en la reelección de Donald Trump, destacó aún más estas preocupaciones, según el periódico británico.
La Vanguardia también justificó su decisión, señalando que X se ha convertido en un vehículo para teorías de conspiración y discursos que atentan contra los derechos humanos.
“El odio hacia minorías étnicas, la misoginia y el racismo forman parte de los contenidos virales”, denunció el diario. Además, señaló que la masiva presencia de bots, sumada a la eliminación del equipo de moderación de contenido por parte de Musk, ha distorsionado el debate público, amplificando incluso temas sensibles como la tragedia de la gota fría en Valencia.
El Observatorio Español del Racismo y la Xenofobia (OBERAXE), según publicación de El Periódico de Estaña, también respaldó estas críticas, señalando en su último informe que casi la mitad de los discursos de odio en X contra migrantes son agresivos y un 26% incitan directamente a la violencia.
Frases como “urge limpieza étnica” o “vamos a rociar España con jamón” reflejan el tipo de mensajes que proliferan en la plataforma, destacando su inacción ante contenidos racistas.
Además del racismo y el odio, X ha sumado la oficialización de contenido pornográfico en sus cláusulas, permitiendo la publicación de material para adultos etiquetado como tal. Esto ha sido calificado por esta plataforma como un intento de diversificar audiencias y monetización, pero también ha generado controversias sobre la seguridad y ética en una plataforma que carece de controles efectivos.
Según un análisis de Deutsche Welle, la salida de medios como NPR, PBS, The Guardian y La Vanguardia, junto con personalidades públicas como Jamie Lee Curtis, Elton John y Whoopi Goldberg, refleja un éxodo creciente de usuarios y entidades preocupados por el rumbo de X.
Silvia Majo-Vázquez, investigadora de la Universidad Libre de Ámsterdam, explicó que los medios buscan redirigir sus recursos a plataformas más seguras y efectivas para llegar a audiencias jóvenes.
El respaldo financiero y retórico de Musk a Donald Trump durante las elecciones estadounidenses ha sido otro factor clave. Este apoyo, considerado polarizante, llevó a muchos usuarios a abandonar la red, intensificando la crisis de confianza en X.
Bart Cammaerts, de la London School of Economics, afirmó que esta situación plantea preguntas cruciales sobre el futuro del discurso público y la regulación de plataformas digitales.
En términos comerciales, la plataforma también ha sufrido pérdidas significativas, con grandes anunciantes abandonando X debido a su incapacidad para garantizar un entorno seguro. La salida del programa de lucha contra la desinformación de la Unión Europea en 2023 agravó aún más su imagen pública.
Con críticas que van desde la desinformación hasta la pornografía y el racismo, X enfrenta un panorama incierto. La pregunta sobre cómo regular democráticamente el entorno mediático sigue abierta, mientras Elon Musk sigue apostando por una visión polarizante y controvertida para la red social, como parte de un debacle y decadencia político social.