Una XL y una S se visten iguales. Esto fue lo que pasó

Aunque las chicas de talla grande cada vez tenemos más opciones para comprarnos ropa, es cierto que todavía nos sentimos pelín excluidas porque no siempre podemos encontrar el mismo tipo de ropa o los mismos estilismos que suelen estar más de moda adaptados a nuestros cuerpos morenos


Autor: Ciudadano

Aunque las chicas de talla grande cada vez tenemos más opciones para comprarnos ropa, es cierto que todavía nos sentimos pelín excluidas porque no siempre podemos encontrar el mismo tipo de ropa o los mismos estilismos que suelen estar más de moda adaptados a nuestros cuerpos morenos.

Pero vamos, que tan contentas, porque si comparamos el panorama actual con los recursos que teníamos cuando fuimos adolescentes… como diría mi abuela: ¡como de comer a ver comer! Por suerte la sociedad avanza y el mundo plus size está en plena revolución. Aunque todavía existe mucha gordofobia y mucha gente que se resiste a creer que las gordas también podamos ir monas, eso también es verdad.

Por este motivo, dos amigas de Estados Unidos decidieron llevar a cabo un experimento: vestirse exactamente igual durante una semana para probar que el ir monísima no tiene nada que ver con la talla que uses. Ellas son Jessica Torres y Alle Connel.

Lunes

amigas1

Martes

amigas2

Miércoles

amigas3

Jueves

amigas4

Viernes

amigas5

 

Después de una semana de compartir modelitos, estas amigas sacaron algunas conclusiones: 

Alle se dio cuenta de que el “privilegio de las delgadas” es algo real. “Aunque sabía que las mujeres que usan tallas grandes tienen que pasar varios límites para encontrar ropa, haber visto con mis propios ojos la diferencia ABISMAL a la hora de comprar ropa entre nosotras dos fue muy esclarecedor”.

Las gordas estamos acostumbradas a ir solas de compras, sobre todo si nuestras amigas son todas delgadas. Nos hemos acostumbrado a comprar por internet, y si queremos una tarde de shopping es complicado coordinarse con otras personas que no buscan lo mismo que tú. Sin embargo, después de este experimento, Jessica también se dio cuenta de algo: “Me he dado cuenta de que ya no me tengo que volver a sentir sola, y que el tamaño de mi cuerpo no es una barrera para mi estilo. Con un poco de suerte, espero que la industria de la moda se dé cuenta de que todos los cuerpos se merecen la misma ropa alucinante”.


Reels

Ver Más »
Busca en El Ciudadano