Algo sangriento… Hay muchas formas de tratar de motivar a tus compañeros, aunque la que utilizó el linebacker de la Universidad de Penn State, Ben Kline, no entra dentro de lo normal, ni por el estilo ni mucho menos por la manera cómo acabó. Antes de que su equipo acabara perdiendo ante Georgia en la TaxSlayer Bowl (24-17), Kline trató de animar de una manera un tanto macabra a sus compañeros, en los minutos previos al inicio del partido.
Tras lanzarles unas cuantas frases motivacionales, con tacos incluidos, empezó a golpear con su cabeza el casco de sus compañeros, olvidando que el suyo no lo tenía puesto. El resultado fue evidente. Motivados, sin duda estuvieron sus compañeros de Penn State, aunque Kline acabó con la cabeza ensangrentada, al igual que su propia indumentaria.
Obviamente, tuvo que pasar por el vestuario para recoger una limpia para poder saltar al terreno de juego. El resultado al final, no acompañó a Penn State ya que acabaron perdiendo.