Violencia de grupos armados contra pueblos indígenas en el Cauca, Colombia, no cesa

Un líder asesinado , un guardia indígena secuestrado y comuneros atacados y heridos, en medio de las confrontaciones

Violencia de grupos armados contra pueblos indígenas en el Cauca, Colombia, no cesa

Autor: Seguel Alfredo

Fotografía portada: nuevamente pueblos indígenas del Cauca están de luto

Desde organizaciones indígenas del Cauca se denunció que se perpetró un ataque directo a la guardia indígena y autoridad de resguardo.

Los hechos ocurren mientras se destapa un escándalo en el Ejército que involucra a varios militares vinculados a tráfico de armas para grupos armados.

Grupos paramilitares han sido el principal problema de la violencia armada en algunos territorios de Colombia, sin embargo, las llamadas disidencias, en medio de búsquedas de acuerdos de paz desde el gobierno, han sido parte activa de la crisis humanitaria que aún se sigue viviendo en sectores campesinos y de comunidades.  

Mientras se conmemora en el Cauca el primer aniversario del asesinato de José Miller Correa Vásquez, líder indígena y defensor de los derechos humanos, hecho ocurrido en marzo del año 2022 a las afueras de la ciudad de Popayán, un nuevo hecho tiñe de rojo al territorio caucano.

Autoridades ancestrales de Sa’th Thama Kiwe en el municipio de Caldono, nororiente del Cauca, denunciaron en horas de la noche de ayer,  que en medio de combates de grupos armados irregulares que estarían vinculados a disidencias de guerrillas, se perpetró un ataque directo a la guardia indígena y autoridad del resguardo de San Lorenzo de Caldono, donde fue asesinado con disparos de arma de fuego el comisario del cabildo Wilson Bomba Piamba, quien llegó sin signos vitales al hospital del casco urbano del municipio.

También, dentro de los heridos, se identificó a Julio Cesar Peña de la guardia indígena, mientras ocurrían fuertes combates en el territorio de San Lorenzo de Caldono, dejando a muchos comuneros y comuneras atrapados en el fuego cruzado, hechos ocurridos en horas de la tarde de este 15 de marzo 2023. “En medio de las confrontaciones fueron atacados con armas de fuego varios comuneros miembros del proceso organizativo”, indicaron las organizaciones.

Asimismo, de otra parte, se denunció que el guardia indígena del territorio de Pioyá Jader Chilo fue secuestrado y al parecer conducido hacia la vereda Guaitalá, del vecino resguardo de Munchique los Tigres.

Las autoridades ancestrales de Sa’th Thama Kiwe en el municipio de Caldono, responsabilizan de esta grave crisis humanitaria que viven las comunidades, a los combates armados de la Columna Móvil Dagoberto Ramos (disidencia Farc) y disidencias ELN.

Los hechos de violencia ocurren, mientras en Colombia se destapa un escándalo de corrupción que es investigado por la Fiscalía y que fue dado a conocer este 14 de marzo de 2023, donde al menos cinco miembros del Ejército Nacional, estarían involucrados en el hurto de armamento, municiones y que estarían siendo vendidos a grupos armados.

Sin embargo, estos hechos no son aislados, en octubre del 2022, ocho personas, entre exmilitares, integrantes del Ejército Nacional y particulares fueron capturadas y judicializadas, quienes extrajeron “pistolas, revólveres, fusiles, ametralladoras, lanzagranadas y cartuchos de diferentes calibres desde recintos militares; y entregarlos a particulares que se encargaban de la comercialización y distribución a los grupos armados ilegales”, según comunicado de la fiscalía.

En septiembre del 2021, un coronel y un sargento, fueron acusados de traficar y vender armas, municiones, explosivos y uniformes de uso privativo de las Fuerzas Armadas colombianas a disidencias. También movían drogas ilícitas.

Las autoridades indígenas de Sa’th Tama Kiwe frente a últimos hechos de violencia ocurridos, señalaron: “Estos hechos son extremadamente graves a la luz de los ceses al fuego que los grupos armados han firmado con el gobierno nacional, pues es evidente que los ataques y asesinatos contra la población civil y contra las autoridades indígenas siguen siendo práctica permanente de los grupos armados. Exigimos la inmediata liberación del compañero Jader Chilo y el respeto por los territorios. Los grupos armados no pueden escudarse en los diálogos de paz en curso para mostrarse abiertos al diálogo con el gobierno nacional y continuar con su plan de muerte contra las comunidades”.

A un año del asesinato del líder indígena José Miller Corre Vásquez

José Miller Correa Vásquez, líder indígena y defensor de los derechos humanos, fue asesinado el 14 de marzo del año 2022 a las afueras de la ciudad de Popayán en el Cauca, ese día asistía a una reunión de trabajo en el centro de la ciudad en las instalaciones de la Asociación Indígena de salud del Cauca AIC, en el momento en que se regresaba hacia Santander de Quilichao  Cauca, donde residía junto a su familia. A la salida de la ciudad de Popayán, fue abordado por personas desconocidas que lo llevaron hasta el lugar donde posteriormente fue encontrado su cuerpo sin vida. Este asesinato fue cometido supuestamente por el grupo paramilitar águilas negras, quienes así lo mencionan en los panfletos emitidos antes y después de su asesinato, según se denunció.

Desde hace más de 20 años José Miller Correa, ejercía el liderazgo comunitario en su territorio. Inicialmente se desempeñó como líder del movimiento juvenil Alvaro Ulcue Chocue, posteriormente se desempeñó como coordinador del cabildo de la familia en el proyecto Nasa y autoridad tradicional gobernador indígena en el cabildo de Tacueyo, fue secretario de gobierno y secretario de educación  de la alcaldía de Toribio Cauca, posteriormente coordinador de la asociación de cabildos  proyecto Nasa de Toribio y en el momento de ser asesinado ejercía como “Thuthenas”, de la Asociación de Cabildos indígenas del norte del Cauca ACIN Cxhab Wala Kiwe. En representación del plan de vida Asociación de cabildo Proyecto Nasa de Toribio. 

El asesinato de Miller Correa, líder indígena y defensor de Derechos humanos, como el de muchas otras autoridades y guardias indígenas, son un grave atentado a la autonomía y la resistencia milenaria de los pueblos indígenas, que históricamente han perdido a los líderes y lideresas que han abanderado las luchas. Ocho meses después del asesinato de Miller, aunque ha habido algunas capturas, desde la justicia colombiana y las instancias encargadas de la investigación, aun no se han obtenido resultados concretos sobre los autores materiales e intelectuales.

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