Representantes de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y de la Iglesia Católica en Colombia denunciaron que durante este año en el departamento de Arauca, ubicado en el este del país, ya fueron asesinadas 130 personas y hay más de 3.000 desplazadas por la incesante violencia en la región.
Los funcionarios y representantes eclesiásticos emitieron un comunicado después de visitar la zona y de reunirse con autoridades, miembros de la sociedad civil y organizaciones de derechos humanos. También se solidarizaron con las comunidades, víctimas, activistas e instituciones afectadas por esta crisis humanitaria.
«La delegación destacó la importancia de fomentar diálogos asertivos y respetuosos, la necesidad de crear y fortalecer espacios institucionales que permitan dar respuesta a la situación humanitaria y proteger a la población civil, así como el fortalecimiento de las políticas de prevención de la violencia y de la estigmatización, y de impulso de la implementación del Acuerdo de Paz en el departamento», señalaron.
Estos objetivos, añadieron, requieren de una institucionalidad fortalecida que lidere procesos de inversión social de apoyo a víctimas y de generación de oportunidades para todas las personas en Arauca.
Por otra parte, reiteraron su compromiso de continuar trabajando para contribuir a que se mejore la situación, e hicieron un llamado a los grupos armados a un cese inmediato de la violencia y a respetar el Derecho Internacional Humanitario.
También instaron a las autoridades a garantizar espacios de diálogo y mecanismos eficaces para la protección de la vida y de la integridad de quienes habitan el departamento.
En la visita participaron el Representante Especial del Secretario General y Jefe de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia, Carlos Ruiz Massieu; la Coordinadora Residente de Naciones Unidas en Colombia, Mireia Villar Forner; y la Representante en Colombia de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Juliette De Rivero.
Por parte de la Iglesia acudieron Monseñor Héctor Fabio Henao, director del Secretariado Nacional de la Pastoral Social; y Monseñor Jaime Cristóbal Abril González, obispo de Arauca.
Fuente: RT.