Contingentes de distintas fuerzas federales arribaron esta mañana, antes de las 8, a Villa Mascardi donde iniciaron un operativo represivo contra la lof Lafken Winkul Mapu, con una orden de desalojo dispuesta por la jueza Silvina Domínguez.
Fotografía portada: Indymedia Argentina
El conflicto en Villa Mascardi con el Lof Lafken Winkul Mapu es un emergente de un proceso largo de recuperación territorial del pueblo mapuche-tehuelche, sin embargo, la represión ha sido una constante.
Desde diversas expresiones defensoras de derechos humanos han salido al paso. Una de ellas, el Movimiento de Mujeres y Diversidades Indígenas por el Buen Vivir, indicaron: “Hoy hemos amanecido con la noticia de que las fuerzas represoras de este Estado racista, han ingresado al Lof Winkul Lafken Mapu en Villa Mascardi, provincia de Río Negro. Allí han arremetido con gases lacrimógenos y balas y se han llevado detenidas a mujeres y niñes”.
También señalaron: “En este momento hay niñes perdidos en la montaña, escondiéndose en el bosque, huyendo de las balas de plomo que el Estado Argentino dispara contra sus cuerpitos. Ustedes permitirán que su gobierno salga a asesinar niñes por el mero hecho de ser Mapuche?”
Indican asimismo: “También han agredido a una autoridad espiritual de nuestro Pueblo, la lamgen Machi Betiana Colhuan. Destruyendo incluso el rewe, espacio sagrado de ceremonia”.
Agregan: “Nos preguntamos ¿cuál sería la reacción del pueblo argentino si ese mismo odio se reprodujera contra una iglesia, templo, sinagoga o mezquita? ¿Qué diría el pueblo argentino si la que fuera arrastrada, golpeada y encarcelada fuera una monja, un sacerdote o un pastor? ¡Peor aún! Si estas personas religiosas fueran detenidas por defender la vida de los territorios, probablemente constaría la admiración y hasta la premiación de ciertos sectores”.
«Desde el Movimiento de Mujeres y Diversidades Indígenas por el Buen Vivir repudiamos de manera categórica el accionar del aparato represivo y judicial, como así también repudiamos la indolencia, la indiferencia y el desprecio del pueblo argentino hacia nuestro pueblo. Esperamos que la ministra de Género y Diversidad, la Dra. Elizabeth Gomez Alcorta actúe de manera inmediata gestionando la liberación de pu lamngen. Esperamos que las organizaciones de protección de los derechos de la niñeces se movilicen y presionen para la inmediata liberación de les niñes y el resguardo de sus vidas», señalaron.
Finaliza el Movimiento de Mujeres y Diversidades Indígenas por el Buen Vivir, “Todos son genocidas: los que financian la militarización, los que arrebatan los territorios y los que callan”.
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El enemigo mapuche que impide saquear el territorio
Por Mauro Millán, Lonko del Lof Pillañ Mahuiza. Fotos: Luan Colectiva Fotográfica.
(Fuente: revista Crítica)
No les bastó con despojarnos de la historia y el territorio: ahora nos despojan del relato. No tenemos cabida, nuestro relato es inaudible en los medios masivos. Y si lo hacemos vamos a tener un tribunal conformado por periodistas, jueces y fiscales dispuestos a condenarnos. El tema de Lof Lafken Winkul Mapu requiere un relato general de cómo se están avasallando los derechos de los pueblos originarios y, en concreto, del pueblo mapuche-tehuelche. No hay sociedad que pueda soportar tanto atropello, tanta persecución.
Se valen de la RAM y de argumentos absurdos para generar un enemigo interno inexistente. Si a mí me vienen a sacar de mi territorio, yo voy a defenderme con lo que tengo, que por lo general son piedras y palos. Con eso nos defendemos en los territorios mapuche, porque si tuviéramos armas de fuego, como dicen, tendría que haber muertos del otro lado. ¿Cuántos efectivos de las fuerzas represivas murieron? Los muertos son todos nuestros y, sin embargo, nos tratan de terroristas.
El pueblo mapuche nunca renunció a la idea de retornar a su territorio. A pesar de que nos arrebataron nuestra historia, nuestro idioma, nuestra filosofía, nuestra ideología, nuestra espiritualidad. Esos territorios están en manos de la Sociedad Rural, del empresariado, de políticos, jueces y abogados. Comenzamos a reafirmar nuestra presencia en los territorios, esto viene desde hace treinta años.
Las comunidades viven permanentemente en la incertidumbre de no saber si van a reprimirlas o a asesinar a algún integrante, eso es violencia psicológica y estatal. Cada vez hay más gente judicializada, criminalizada, mujeres, hombres. Cada vez somos más. El aparato judicial está condicionado por una negacionismo profundo estructural. Todos los fallos que vamos a obtener van en desmedro de nuestros derechos.
En 1994 se reformó la Constitución Nacional para equiparar medianamente la vulneración de derechos que tenían las minorías, entre ellos los pueblos indígenas. El Estado Argentino elaboró esa Constitución y debe cumplirla, pero jueces y fiscales no toman en cuenta nuestros derechos y se basan sólo en el Código Penal. La prioridad número uno es la propiedad privada, que para ellos está por encima de todos los derechos.
Nosotros, cuando hablamos de propiedad privada, no hablamos de la vulneración de los derechos de los ciudadanos comunes de a pie que desean contar con algunos bienes. Ellos llevan la discusión a un grado tal para que cualquier vecino, de cualquier ciudad patagónica, piense “Van a venir por mi terreno”. Se ponen a la altura de Benetton, Lewis y los qataríes que tienen negocios en la región. Buscan generar empatía por medio de los resortes políticos.
Hemos visto a Patricia Bullrich y a Miguel Ángel Pichetto que vinieron a fogonear discursos de odio. Y lo han logrado. Tanto el macrismo como la derecha peronista, a la hora de los negocios van juntos. Ahí no hay grieta. Para ellos, fortalecer a los sectores económicos concentrados es garantizar su perpetuidad en los cargos públicos.
¿Qué puede saber Jorge Lanata? ¿Qué puede saber Clarín de lo que es vivir en la Patagonia? Nada. Son mercenarios con micrófonos, dicen barbaridades de nosotros, no tienen ni idea de lo que están hablando. Ahí se cierra este triángulo macabro del aparato judicial, empresarial, político y periodístico, o como quieran llamarlo.
Nosotros hablamos de la concentración de territorio ancestral mapuche, que está en pocas manos, que es usado para los negocios y está contaminado. Es la visión que tiene el capitalismo sobre lo que significa la tierra y lo que el pueblo mapuche-tehuelche pone en discusión.
Frente a eso, tenemos una decisión política que estamos materializando y es la defensa del territorio. Es una decisión colectiva del pueblo mapuche-tehuelche que traspasa las fronteras provinciales y de los países. Cuando nos preguntan qué proyecto político tenemos, les decimos que hay uno que ya está en marcha: la defensa del territorio.
¿La defensa del territorio contra qué o contra quién? La gran amenaza es este sistema extractivista capitalista, están avanzando sobre los territorios que muchas veces están habitados por comunidades y quedan a merced del empresariado y de los negocios inmobiliarios. Estos territorios están bajo amenaza.
¿Qué significa que Nación haya acordado unificar las fuerzas represivas con las provincias? Cuando los Estados generan ese tipo de alianzas y crean este clima, lo que realmente buscan es fortalecer la imagen del enemigo interno.
La Justicia dictaminó que el empresario Joe Lewis, uno de los tantos empresarios que se ha apoderado del agua, debe abrir los caminos para que quien sea que habite este territorio tenga derecho a acceder al Lago Escondido. ¿Qué hace el Estado rionegrino? Sale a cuestionar ese fallo.
Entonces nos preguntamos: ¿quién está amenazando estos derechos básicos que debe tener cada ciudadano? ¿Somos los mapuche o es el propio Estado el que está creando este tipo de políticas hipócritas para defender los intereses extranjeros empresariales? El Estado debería preguntarse qué está pasando con el pueblo mapuche-tehuelche.
Es tremendo todo lo que ha vivido nuestro pueblo, con episodios como la Pacificación de la Araucanía y la Conquista del Desierto. Eso dejó daños colaterales sobre nosotros. Mis bisabuelos lo vivieron en carne propia, estuvieron presos en campos de concentración. Alguno sobrevivió, porque el que murió, murió mutilado, empalado, las mujeres sin pechos, les cortaban los talones.
Es la historia triste que heredamos, a nosotros se nos impuso la nacionalidad chilena-argentina porque no nos quedó otra, pero en este proceso de deconstrucción del pueblo mapuche-tehuelche, decimos que somos mapuche. Por decir eso somos una amenaza.
En este proceso de retorno al territorio, también están retornando nuestras autoridades ancestrales. En Winkul se levantó, después de muchos años, la primera Machi en Puelmapu (“tierra del Este”, de este lado de la cordillera). Las y los Machi, nuestros médicos, nos curan el espíritu y el cuerpo. Para todo Puelmapu es un acontecimiento y para nosotros es importante también, porque de alguna manera vienen a diagnosticar este proceso de curación que tiene el pueblo mapuche.
Yo soy Lonko porque me enfermé de espíritu. Yo tuve un antepasado que me vino a indicar que me tengo que levantar como Lonko. Yo no lo puedo diagnosticar, ni tampoco lo puede hacer un médico clínico o un generalista. Por eso para el pueblo mapuche es tan importante, porque empiezan a recomponer tejidos históricos, antiguos de nuestra institucionalidad mapuche. En Winkul está esta Machi y vienen mapuche de todos lados, de todas las provincias a atenderse con ella.
Hay un personaje llamado Diego Frutos que supuestamente es vecino junto en la zona en conflicto, junto al Lago Mascardi. Pero él no vive ahí, no es una persona que se levanta toda las mañanas a tirarles maíz a sus gallinas en su terreno. Él vive en Buenos Aires, es un puntero de Patricia Bullrich y partícipe número uno de la agrupación Consenso Bariloche y de toda la difamación que se genera contra nosotros.
Frutos es el que contrata fuerzas de seguridad, patotas y amedrenta al lof permanentemente. Imaginen tener un vecino así, que permanentemente te está filmando, provocando. Lo que hizo la gente del lof fue controlar ese espacio territorial, que es una hectárea o media hectárea, donde este hombre va una o dos veces al año.
En una situación de tanta crisis económica y territorial, hay mucha gente que tiene su lugar de fin de semana en territorio de Parques Nacionales. Son tierras de Parques Nacionales. ¿Nadie se puso a pensar cómo es que Diego Frutos y mucha gente del empresariado se hacen de esas tierras públicas? ¿Ustedes o yo tendríamos derecho a una parcela en Parques Nacionales? Bueno, no, no es para cualquiera. Se lo dan a cierta élite.
Se está elaborando un documento donde todas las comunidades vamos a salir a avalar este proceso de recuperación que hizo el lof. Obviamente, esto va a generar un accionar absolutamente represivo, porque Frutos no es un pobre vecino de Villa Mascardi. Es un puntero del Pro, evidentemente va a recurrir a las fuerzas políticas y van a querer desalojar a la gente de ahí con violencia.
El modus operandi que estamos viviendo por estas horas en Lafken Winkul Mapu es que Gendarmería corta la ruta junto con las fuerzas especiales de Río Negro y hacen tipo comando. Van, tirotean, se suben a la camioneta y se van. Vuelven, tirotean y así… Lo viví personalmente y se recolectan todo tipo de vainas: de escopeta, 9 mm, todo lo que puedan imaginarse. Nuestra gente las va guardando como pruebas, pero esas pruebas nos sirven a nosotros porque… ¿a qué Justicia vamos a reclamar?
Estamos armando una comitiva para viajar a Buenos Aires pronto. Estamos hartos del relato que se está haciendo y queremos hacer una gran caminata para allá. Varios lonkos y varias comunidades que estamos en lucha nos estamos organizando. Vamos a pedir el acompañamiento de todas las organizaciones y la sociedad consciente, que estén con nosotros y nos acompañen, que vayamos a desmentir las falacias de esos medios nacionales que hacen un relato de la vida, no sólo del mapuche, sino también de la vida de la gente pobre, del campesinado, de los pueblos indígenas en general.
Ellos se adjudican el derecho a relatar lo que estamos viviendo en este momento de la historia de la humanidad. ¿Por qué ellos y nosotros no podemos? ¿Por qué aceptamos pasivamente que sólo ellos puedan ser los relatores de nuestra historia? Hay que desobedecer y buscar las alianzas, porque la capacidad económica de ellos nunca la tendremos, pero sí tenemos la capacidad para solidarizarnos.
El proyecto que tenemos desde el pueblo mapuche-tehuelche no es un proyecto egoísta. No es un proyecto donde queremos tener un Estado sobre el Estado. De ninguna manera. Estamos planteando una decisión política de defender el territorio, y cuando defendemos el territorio defendemos a mapuche y no mapuche para que puedan seguir bebiendo el agua y seguir acampando en la orilla de los ríos y los lagos del Puelmapu.
Fuente: https://revistacitrica.com/conflicto-mapuche-villa-mascardi-lafken-winkul-mapu.html