Un estómago sano, sin dolencias, es sinónimo de felicidad para todo ser humano que guste disfrutar la buena mesa.
Sin embargo, el consumo de algunos alimentos puede provocar situaciones incómodas, generalmente cuando de desayunar se trata.
Quizás un café o un jugo de naranja pueden ocasionar acidez o un delicioso pedazo de pan nos deje el amargo sabor de la indigestión cuando estamos apenas comenzando el día.
Asegura la dietista-nutricionista Paloma Quintana, que “si hablamos de personas sanas, no existe ningún alimento en específico que no deba o no pueda consumirse con el estómago vacío”, aunque recomienda que “cada persona observe su cuerpo y compruebe si hay algo que le siente mal y, directamente decida no consumirlo en ayunas”.
“Existen ciertos alimentos que pueden provocar indisposición en algunas personas”, advirtió Quintana en entrevista para el diario La Vanguardia. “Desde náuseas a reflujo o activación de la motilidad cuando se toman con el estómago vacío”.
“Lo mismo ocurre cuando hemos ayunado por otros motivos, ya sea por indisposición, por causas médicas o por cualquier otra circunstancia”.
En cualquier caso, es fundamental huir de los planes de ayuno prolongados, cuyas propiedades depurativas no tienen ningún tipo de fundamento científico. Así lo explica el doctor en bioquímica y biología molecular por la Universidad de Valencia, JM Mulet: “nadie está intoxicado y va a limpiarse con zumos”.
“De hecho –detalla- la gente normal no está intoxicada, pues el hígado es el encargado de eliminar lo que el cuerpo no necesita”. Para él, los llamados planes détox a base de ayunos prolongados no son más que “una excusa como otra cualquiera para vender zumos muy caros”.
Señalaron los especialistas en nutrición, que es conveniente tener en cuenta una serie de pautas de alimentación para que el estómago no sufra durante el desayuno, tras tantas horas de inactividad. Enumeran algunos alimentos y bebidas ante los que debemos estar alertas al momento de desayunar:
Café:
Pese a que a muchas personas les puede sentar bien un café tras un período de ayuno, es cierto que la cafeína, también la que hallamos en otros productos como té, chocolate y bebidas carbonatadas, “puede provocar malestar gástrico, en forma de reflujo o gastritis, cuando se consume con el estómago vacío”, señaló el dietista-nutricionista Joan Carles Montero.
Tomates:
De nuevo hay que tener en cuenta que su consumo no afectará de igual manera a todo el mundo, pero es cierto, en palabras de Montero, que los tomates “pueden provocar acidez y posibles síntomas de reflujo”. Si es el caso, es conveniente tomarlos siempre acompañados de otros alimentos para minimizar sus efectos si los consumimos en ayunas, o simplemente no consumirlos hasta pasadas unas horas y siempre tras la ingesta de otros alimentos.
Pan, pastelería y snaks ultraprocesados, dulces y salados: “Nunca son saludables y son siempre irritantes”, señaló Montero, de manera que habría que evitarlos en todos los casos, especialmente con el estómago vacío.
Quintana añadió: “Si vamos a incluir en la dieta alimentos tan poco recomendables como la pastelería o panadería industrial, que no solo contienen azúcares sino ácidos grasos hidrogenados, hay muchos motivos para no tomarla a primera hora y con el estómago vacío, ya que si empezamos el día consumiendo alimentos poco saludables probablemente el cuerpo nos los siga pidiendo a lo largo del día”.
La idea es optar siempre por “alimentos muy básicos que no provoquen picos de insulina”, como podrían ser unos huevos revueltos con plátano y frutas, o una taza de avena casera con frutos secos o granola.
Cítricos:
Quintana insistió en que “no existe ninguna contraindicación para la población sana a la hora de consumir cítricos en ayunas”, aunque es recomendable ver cómo responde nuestro cuerpo y eliminarlos en el caso de que nos sienten mal.
“Existen grupos de población muy específicos que deberían tener especial cuidado, desde las embarazadas a personas con gastritis, hernia de hiato o patologías del tracto digestivo”, las cuales podrían tener más problemas a la hora de digerir determinados alimentos especialmente acidificantes, como los cítricos, con el estómago vacío.
Agua y otros líquidos:
Tés, infusiones o un simple vaso de agua nos pueden sentar mal en ayunas por diversos motivos. “Hay quien no soporta el agua demasiado fría, quienes se sienten indispuestos si beben rápido tras un período de ayuno, aunque tengan sed, o aquellos que no toleran bien el agua caliente”, apuntó
Montero recomendó beber siempre despacito con el estómago vacío, aunque insiste en que no es algo preocupante: “Si nos sienta mal el agua muy fría, tomémosla del tiempo, y si lo que nos indispone es el agua caliente, solo hay que escoger otras opciones”.
Carbohidratos refinados:
Pan, pasta, arroz y otros refinados no son la mejor opción si tenemos el estómago vacío, ya que provocarán un pico de insulina que dará lugar a una hiperglucemia y a la consiguiente hipoglucemia poco después.
“Mejor optar siempre por alimentos con fibra y carbohidratos de absorción lenta, como copos de avena o fruta, e incluso añadir siempre, en la medida de lo posible, un toque de verduras, ya sea una rodaja de tomate entero o unos brotes verdes en un sándwich”, recomendó Quintana.
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