Siempre son valiosas las infografías, sobre todo cuando nos dan luces de comportamiento. Sobre todo cuando se trata de salud (por ejemplo, la correcta forma de estornudar y toser para no propagar enfermedades); de comidas (nos ayudan a ver, a través de imágenes, qué es lo que contiene, por ejemplo, un sandwich o una pizza); de alimentación (nos enseñan sobre las propiedades de los alimentos o sobre una dieta balanceada) y de cualquier tema en general ya que la mezcla de iconografía y texto, nos permite comprender mejor la información.
Pero esta infografía está muy buena ya que nos da luces del correcto comportamiento en la mesa para que no mostremos la hilacha. Lo cierto es que uno podría pensar que este tipo de comportamientos ya están fuera de uso o que en realidad no tienen mayor importancia; sin embargo, nada es más alejado de la realidad. La forma en que nos comportamos socialmente está llena de códigos y en ocasiones, somos nosotros mismos los que provocamos nuestro fracaso, sobre todo en reuniones de carácter formal, al desconocer estos códigos y reconocer así, que somos «distintos» de quienes nos pueden abrir oportunidades. No se trata de impostar una falsa alcurnia; pero si tienes un almuerzo de trabajo, la idea es no quedar como chaleco de mono por sorbetear la sopa en la mesa.
Sale un ojo. Seguro que te va a servir.