Faisal Mohammed Al Shimmari cultiva la tierra en unas de las condiciones más extremas del mundo, en Al Ain, un oasis en el desierto de Emiratos Árabes Unidos (EAU), donde las temperaturas pueden alcanzar los 50 °C.
Los agricultores tienen que usar buques tanque para traer agua y las granjas que están en el desierto usan casi tres veces más agua que las que se ubican en lugares con climas templados.»Es costoso ya que tenemos que comprar agua regularmente para irrigar estas plantas», dice, según reseñó el portal BBCmundo.com.
Esto hace que la agricultura en el desierto sea poco práctica, por lo que EAU importa alrededor del 80% de sus alimentos. Sin embargo, en el futuro muchos agricultores podrían tener que cultivar en este tipo de condiciones.
Cada año un área que mide la mitad del tamaño de la isla de Gran Bretaña se convierte en desierto como consecuencia del aumento de la sequía, la deforestación y los métodos intensivos de cultivo.
Según la Convención de Naciones Unidas para Combatir el Cambio Climático, para el año 2045, 135 millones de personas podrían perder sus hogares y medios de sustento a causa de la desertificación.
Eso plantea el desafío de cómo cultivar alimentos en condiciones cada vez más hostiles. A lo que un científico propone una innovación que podría volver verdes esos desiertos.
Arcilla líquida
El científico noruego Kristian Morten Olesen patentó un proceso para mezclar nanopartículas de arcilla con agua y unirlas a partículas de arena para acondicionar el suelo del desierto.
Viene desarrollando su producto -que llama Liquid Nanoclay (LNC)- desde 2005, mediante la nanotecnología, porcedimiento que se dedica al diseño y manipulación de la materia a nivel de átomos o moléculas, con fines industriales o médicos, entre otros.
El Liquid Nanoclay redujo a la mitad la cantidad de agua necesaria para cultivar estas plantas de quimbombó. «El tratamiento proporciona a las partículas de arena un recubrimiento de arcilla que cambia por completo sus propiedades físicas y les permite unirse con el agua», dice.
«Este proceso no implica el uso de ningún agente químico. Podemos cambiar los suelos arenosos de baja calidad en tierras agrícolas de alto rendimiento en solo siete horas».
Ole Morten Olesen, hijo de Kristian y director operativo de la compañía que fundaron, Desert Control, dice: «Simplemente mezclamos arcilla natural en agua que se inserta en la arena y crea una capa de medio metro en el suelo que convierte la arena entierra fértil».
Las partículas de arena normales son muy sueltas, lo que significa que tienen una muy baja capacidad de retención de agua.
Pero cuando se agrega Liquid Nanoclay a la arena esas partículas se unen, explica Kristian, lo que hace que puedan retener el agua por más tiempo «aumentando la posibilidad de rendimiento agrícola«.
Ensayo de EAU
Faisal acordó realizar una prueba con Liquid Nanoclay en diciembre pasado en los Emiratos Árabes Unidos. Se prepararon dos áreas de cultivo con plantaciones de tomates, berenjenas y quimbombó. Una fue tratada con LNC mientras que la otra no fue tratada.
Kristian Morten Olesen sostiene que su invento podría cambiar las reglas del juego para la agricultura. «Estoy sorprendido de ver el éxito del LNC», dice Faisal. «Ahorró el consumo de agua en más de 50%, lo que significa que puedo duplicar la superficie verde con la misma cantidad de agua».
Faisal señala que el área no tratada usó casi 137 metros cúbicos de agua de riego y la que se trató con LNC utilizó solo 81 metros cúbicos.
Costoso
El costo del tratamiento por hectárea de desierto varía entre 1.800 dólares y 9.500 dólares, dependiendo del tamaño del proyecto, lo que significa que actualmente es demasiado caro para la mayoría de los agricultores.
El suelo requiere un retratamiento del 15% al 20% después de cuatro o cinco años si la tierra se cultiva. Si no se cultiva, el tratamiento dura más tiempo.
Desert Control dice que inicialmente buscará vender su producto a los gobiernos municipales y a los productores comerciales, pero eventualmente apuntaría a que el costo sea accesible para todos los productores. «Esto cambia las reglas del juego» para los agricultores en áreas áridas», dice Kristian.