El miércoles 1 de septiembre volvieron a reunirse las mujeres mapuches productoras de hortalizas de la Red Huerta Mapuche de Panguipulli para compartir las semillas para el nuevo ciclo, así como fortalecerse con conocimientos para nutrir la tierra sin químicos.
Trafkintuwe Panguipulli / Vamosencamino.org
“Propagar semillas y compartir conocimientos en torno a ellas es algo que nos ha caracterizado” comenta Beatriz Chocori Huenullanca, Presidenta de la Asociación Futa Koyagtun Koz Koz Mapu y coodinadora del Programa Huerta Mapuche que lleva en funcionamiento desde 2016. Eduvina Nahuel, integrante de esta agrupación se muestra convencida de que es posible retomar el proceso que estaban llevando adelante con gran fuerza antes del incendio que consumiera al Espacio Trafkintuwe en julio del año pasado . “Con esto comenzamos a tomar todo de nuevo. Con nuestra fuerza y empeño podemos lograr todo lo que queremos” planteó la huertera.
Luego de casi 2 meses en cuarentena total en la Comuna de Panguipulli y varios meses de cuarentena los fines de semana (fase 2), todos los asistentes se mostraron muy entusiasmados de volver a encontrarse para intercambiar árboles, plantas y semillas para dar diversidad a las huertas de cada una. Producto de las restricciones sanitarias la convocatoria fue acotada, pero esto se irá re evaluando acorde evolucione la situación. El próximo 15 de septiembre es la fecha por confirmar del siguiente encuentro.
Esta actividad retomó un proceso que para este período busca generar instancias de encuentro periódicas donde las familias Mapuche que son parte de esta iniciativa puedan fortalecer, difundir y poner en valor los conocimientos ancestrales asociados a la producción de alimentos en pequeña escala, propio de la economía Mapuche que desarrolla en paralelo o por estaciones distintos quehaceres.
Alejandra Acheveque, joven mapuche de Los Lagos asistió a este encuentro inaugural y trafkintu invitando a las nuevas generaciones a sumarse a estas tareas “La tierra es nuestra, pero ahora toca a los jóvenes darle vida a lo que ya de por si tiene vida. Las abuelas ya lo hacen” sostuvo.
Cabe tener presente que, de acuerdo al PLADECO (Plan de Desarrollo Comunitario) vigente de la Municipalidad de Panguipulli, el sector silvoagropecuario es el segundo en importancia en términos de dinamismo económico (16%). Es en este marco en el que se mueven microeconomías y conocimientos tradicionales Mapuche asociados a la forma de producir y elaborar alimentos sanos, ligados a la relación con la naturaleza, que en conceptos actuales correspondería a “Agroecología”. Sin embargo, estos conocimientos son poco difundidos y, por ende, poco valorados por el resto de la población.
Por esta razón, Además de potenciar el encuentro entre personas que están vinculadas al trabajo y vínculo con la tierra, esta iniciativa hace parte de un proyecto que busca conectar a esas productoras con vecinos y vecinas de Panguipulli urbano que están agrupados en una red de abastecimiento local. Estos consumidores buscan acceder a productos locales, en lo posible saludables en su origen y proceso. Por ello, con estas y otras acciones se espera vincular al menos 15 familias al presente proyecto, en la perspectiva de que se conviertan transmisores a sus redes de contacto. En este sentido, este sería entonces un primer paso para la creación de una red de autoabastecimiento local y alimentación saludable.
“Este fondo que nos adjudicamos viene a apoyar los procesos que ya veníamos llevando adelante por nuestra propia fuerza” planteó Beatriz Chocori en la inauguración del proyecto “Juntos fortalecemos el Kume Moguen (buen vivir)” que obtuvo financiamiento del Fondo de Fortalecimiento de Organizaciones de Interés Público del Ministerio Secretaria General de Gobierno. Esta iniciativa cuenta con el apoyo técnico de Bosque Modelo Panguipulli. Con este presupuesto se pudieron comprar toldos, mesas y otros insumos necesarios para volver a montar la Feria de la Huerta Mapuche, así como el desarrollo de 4 talleres temáticos enfocados en difundir los principales elementos que configuran un sistema de producción agroecológica basada en los conocimientos tradicionales de la Huerta Mapuche. En esos encuentros además se elaborarán alimentos propios de la dieta Mapuche de acuerdo a la estación correspondiente
Alimentar el suelo
Blanca Carrasco es ingeniera agrícola especializada en producción de hortalizas sin químicos y ha estado vinculada al Programa Huerta Mapuche desde sus inicios. En la oportunidad efectuó un taller práctico en el que compartió la receta de diversos preparados naturales para nutrir la tierra y las hojas de las hortalizas y plantas medicinales. Así, se revisó la técnica del bokachi, humus, té de humus, fertilizante foliar de ortiga y enraizante de sauce. “El suelo está vivo, pero hay que irlo nutriendo” comentó Carrasco.