El doctor Xand van Tulleken en el programa de la BBC «La Verdad sobre los Carbohidratos» explica por qué no debemos consumir los de color beige.
Estos compuestos son una de las formas como el cuerpo obtiene energía de los alimentos. Existen tres tipos: Almidón, azúcar y fibra. Las dietas bajas en carbohidratos son bien conocidas para perder peso.
¿Sabías que el color también importa?
El almidón son los carbohidratos presentes en alimentos como: el pan, la pasta, las papas y el arroz. Pero estas variedades «color beige» no te hacen bien.
Tampoco los carbohidratos «blancos», que se encuentran en alimentos azucarados como bebidas gaseosas, y dulces procesados y refinados como los pasteles y galletas.
La mayoría de los almidones y el azúcar en estos carbohidratos beige y blancos se descomponen en glucosa para obtener energía y si comes demasiados, la glucosa se almacena como grasa.
Entonces, ¿qué comer?
Aquí te dejamos algunos consejos para tu dieta. En primer lugar reduce las harinas, el arroz, papas, pasta, cereales de desayuno, otros granos procesados, pan blanco o negro altamente procesado. Remplázalos con: arroz de coliflor, apio, batata, pan de centeno o negro.
Debes incluir: Huevos, carne, pescado, frutos secos y legumbres. Así como la mitad de cada plato debe ser verde o de colores vivos: vegetales frescos, tomates y berenjenas.
Carbohidratos saludables
La fibra, que se encuentra en frutas y vegetales, lo que podríamos llamar «carbohidratos verdes». Estos te mantienen satisfecho, vacían el estómago más lentamente y a menudo son la parte de la planta que te abastece de vitaminas y minerales.
Son buenos para tus dientes y encías, para tu intestino, ya que mantienen el movimiento y alimentación de la flora intestinal.
Otro tipo es el almidón resistente, que se encuentra en alimentos con alto contenido de fibra como lentejas, frijoles y granos enteros no procesados. Éste es difícil de digerir pero de forma positiva: se va directamente a tu colon donde su trabajo principal no es alimentarte sino alimentar a tu flora intestinal.
Una flora intestinal sana está vinculada con una amplia variedad de beneficios, tanto físicos como mentales.
Por último, te recomendamos, el recalentado, con el cual también puedes convertir los carbohidratos malos en buenos. Por ejemplo; si recalientas almidones como la pasta o el pan tostado del frigorífico, las moléculas se redistribuyen a sí mismas y se vuelven más resistentes, lo que les permite viajar un trayecto más largo en tu intestino para alimentar tu microbioma.