Consumir suplementos de pescados grasos y alimentos probióticos durante el embarazo, puede ayudar a disminuir el riesgo de que los niños desarrollen alergias, según un importante trabajo de revisión de evidencia científica.
El estudio sobre cómo las alergias infantiles son influenciadas por la dieta de las madres también descubrió que evitar alimentos como el maní, los huevos y los productos lácteos tuvo poco impacto en futuras alergias o eccema.
Los hallazgos están siendo considerados por el gobierno de Gran Bretaña y podrían influir en la nueva orientación dietética para las mujeres embarazadas y los bebés en dicho país.
«Las alergias a los alimentos y el eczema en los niños son problemas crecientes en todo el mundo», dijo el autor principal, Dr. Robert Boyle, del Departamento de Medicina del Imperial College de Londres.
«Nuestra investigación sugiere que los suplementos de aceite de pescado y los probióticos pueden reducir el riesgo de desarrollar una condición alérgica en los infantes y que estos hallazgos deben tenerse en cuenta cuando se actualicen las pautas para las mujeres embarazadas», comentó Boyle.
Las alergias alimentarias son causadas por el sistema inmune, que se vuelve sensible a algunos alimentos, creando una reacción excesiva a sustancias inocuas. La respuesta de defensa del cuerpo incluye desde inflamación y erupciones hasta el cierre de las vías respiratorias.
El eccema, una condición que causa piel agrietada, seca y con comezón, también está relacionada con reacciones alérgicas a ciertos alimentos, aunque aún no está claro cuál es el mecanismo que opera en estos casos.
El equipo del Imperial College revisó más de 400 estudios, que cubren 1,5 millones de personas, sobre el vínculo entre la dieta materna, las alergias y la lactancia materna. La investigación se publicó en PLOS Medicine.
Los estudios revisados, relativos a probióticos y aceite de pescado, fueron todos ensayos controlados, en los que las madres fueron asignadas aleatoriamente a una dieta particular -en lugar de solo informar lo que comían. Este método da credibilidad a los resultados de esas investigaciones.
En 19 estudios encontraron evidencia de que el suplemento diario de omega-3 disminuyó el riesgo de alergias, consumido a partir de las 20 semanas de embarazo y en los primeros tres a cuatro meses de lactancia.
Algunas pruebas también sugirieron que los omega-3 podrían reducir las alergias al maní hasta en un 38%. Sin embargo esto solo se identificó en dos de los estudios revisados.
También se analizó 28 ensayos que cubren a 6.000 mujeres que tomaron una variedad de suplementos probióticos, la mayoría de los cuales contenía una bacteria llamada Lactobacillus rhamnosus.
Mientras que el yogur probiótico es una fuente de este tipo de bacterias que estimulan el intestino, la mayoría no contienen una concentración lo suficientemente alta de bacterias útiles. Estos estudios observaron sobre todo las píldoras o suplementos en polvo de Lactobacillus rhamnosus.
El análisis encontró que tomar probióticos en las últimas semanas del embarazo y en los primeros tres a seis meses de lactancia materna, se relacionó con una disminución del 22% en los casos de eccema en niños.
Los investigadores no encontraron pruebas suficientes para respaldar otros suplementos u omitir ciertos alimentos.
«Esta es una investigación importante y bien conducida, que se suma a la creciente evidencia que sugiere que los suplementos de nutrientes durante el embarazo y la lactancia puede tener el potencial de prevenir la alergia infantil y la enfermedad alérgica», opinó Seif Shaheen, profesor de epidemiología respiratoria en la Universidad Queen Mary de Londres, citado en The Independent.
El Ciudadano, vía The Independent