ONU celebra por primera vez el Día Mundial de la Abeja

Agricultura intensiva, plaguicidas, contaminación, plagas, enfermedades y cambio climático son amenazas para los animales polinizadores

ONU celebra por primera vez el Día Mundial de la Abeja

Autor: Manuel Lopez

Por primera vez, la ONU celebró hoy el Día Mundial de la Abeja, para crear conciencia sobre la importancia de esos polinizadores y las amenazas que enfrentan.

Según destacó la Asamblea General de Naciones Unidas cuando proclamó la fecha, en diciembre del año anterior, el setenta y cinco por ciento de los cultivos alimenticios del planeta dependen de polinizadores como la abeja.

Ellos no solo contribuyen directamente a la seguridad alimentaria, sino que son clave para la conservación de la biodiversidad, piedra angular de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Pero los pesticidas, las prácticas de monocultivo y el cambio climático amenazan las colonias de abejas, advirtió la ONU, reseñó un trabajo de Prensa Latina.

El Día Mundial de la Abeja coincide con el aniversario del nacimiento del esloveno Anton JanÅía, considerado ‘pionero de la apicultura moderna’ por las técnicas que desarrolló en el siglo XVIII y quien elogiaba a las abejas por su habilidad para trabajar duro.

Precisamente la representación de Eslovenia en ONU fue la principal impulsora de la iniciativa, que contó con el copatrocinio de 115 Estados miembros del organismo multilateral.

De acuerdo con la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el papel de las abejas es crucial en el aumento de rendimientos de los cultivos.

Sin ellas podrían afectarse una variedad de alimentos tales como papa, pimiento, café, calabazas, zanahorias, manzanas, almendras, tomates… En resumen, sin abejas, la FAO no puede avanzar en la meta de un mundo sin hambre, destacó esa entidad.

Estudios de la ONU y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza muestran que las poblaciones de esos y otros polinizadores han disminuido grandemente, lo que cual implica un grave peligro.

Tal reducción se debe, en gran medida, a la actividad humana: la agricultura intensiva, el uso generalizado de plaguicidas y la contaminación.

Las abejas están expuestas a nuevas enfermedades y plagas, y tan solo un ligero desbalance en el número de la especie podría afectar a todo el ecosistema, advierten los investigadores.

Una sola abeja puede polinizar hasta siete mil flores al día y proveer miel como alimento y medicina sin necesitar muchos recursos, pero el número de esos insectos disminuye de forma alarmante debido en buena medida, a las consecuencias del cambio climáticos, alertó la ONU.

La organización multilateral intenta promover la toma de medidas concretas para proteger esa especie y llamar la atención al respecto de la comunidad internacional.


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