Cuántas veces has oído aquello de que es más fácil saltarte que rodearte o que tienes menos cintura que una aceituna. ¿Solo unas cuántas? ¡Ah, que no les dejas acabar la frase…! No tengas tan poca cintura, que solo lo dicen porque a ellos, como a ti, les pueden sus complejos. Pero afortunadamente nosotros tenemos algunas claves que te contamos en menos de lo que tardas en encontrarte el ombligo para eliminar la grasa de tu cintura cual pirómano de los kilos. Siguiendo los consejos de Zero Belly Diet y sus deliciosas y anti “lórcicas” recetas podrás perder más de 7 kilos en 14 días sin efecto yoyó ni medidas suicidas.
1. Ensaladas, sí. Pero con vinagre
Este líquido y ácido elemento ayuda a mantener bajo el nivel de azúcar en sangre y, por tanto, a perder peso. De hecho, según algunos estudios el vinagre es saciante, hasta el punto de que se consumen entre 200 y 275 calorías menos durante el día. Otra investigación sobre obesidad demostró que las personas que tomaron entre 15 ml (1 cucharada) y 30 ml (2 cucharadas) de vinagre durante 12 semanas perdieron hasta 1,7 kilogramos de grasa.
En este sentido, la fundadora de Foodtrainer Lauren Slayton recomienda añadir una cucharada de vinagre de manzana canela en el agua para reducir el apetito e incluso la retención de líquidos. También puede mezclarse media cucharada de zumo de limón.
2. Enciende tu fuego interior
Consumir proteínas y vegetales crucíferos estimula la termogénesis y genera más calor corporal que otro tipo de alimentos y, por tanto, su ingesta ayuda a quemar más calorías, de acuerdo a Carlos Santana, propietario del Institute of Human Performance, en Boca Ratón, Florida. “Si la mayor parte de tu dieta proviene de estas dos fuentes, puedes quemar algunos cientos de calorías diarias solo haciendo la digestión, lo que equivale a una hora larga de paseo”.
3. Un piscolabis de nueces
“Las nueces, al igual que los pistachos, facilitan la pérdida de peso, ya que son una buena fuente de proteínas y fibra”, señala Tammy Lakatos Shames, coautora del libro ‘The Nutrition Twin’s Veggie Cure. Asimismo, sostiene que “estos nutrientes previenen el hambre y los bajones energéticos que nos llevan a consumir dulces”. De entre toda la variedad de frutos secos, Lakatos sugiere los que tienen cáscara, ya que al verlas vacías en el plato recordamos que debemos parar de comer.
4. Cambia cubiertos por palillos
A menos que seas capaz de cazar moscas con ellos, comer con palillos te ayuda a masticar más lento y saciarte mucho más rápido. Este es el consejo del entrenador personal y dietista Jay Cardiello, quien señala que nuestro cerebro tarda unos 20 minutos en registrar que estás lleno. Y no le falta razón, si no fijaos en la cantidad de obesos –no luchadores de sumo– que hay en Japón, y no es solo una cuestión genética, también de hábitos.
5. La Bella Durmiente tenía tipazo
Ya lo habrás oído alguna vez, pero las personas que duermen seis horas o menos tienen más tendencia a padecer sobrepeso. No es solo que duermas poco, sino que hacerlo, por ejemplo, tan solo una hora menos de lo acostumbrado durante al menos tres días tiene un efecto negativo en la hormona del hambre, la grelina, produciendo una sensación de voracidad que te hará consumir muchas más calorías. Y no te hincharás de apio precisamente, sino de comida rápida y bollería industrial.
6. No te engañes
Si eres de los que cada vez que se toma un café en un bar se mete en la mochila dos o tres sobrecitos de sacarina “por lo que pueda pasar”, no lo hagas. Los investigadores han comprobado que los endulzantes artificialesno solo no ayudan a no engordar, sino que complican el proceso de adelgazamiento. En 2008 científicos de la Purdue University, en Indiana, hicieron un estudio con dos grupos de ratas y solo no subieron de peso aquellas que fueron alimentadas con glucosa, un azúcar natural. “La información indica claramente que consumir un alimento endulzado con sacarina sin calorías puede llevar a un mayor aumento de peso y adiposidad que la ingesta de la misma comida edulcorada con azúcar con muchas calorías», indicaron Susan Swithers y Terry Davidson, autores del estudio.
7. Siempre que puedas, come rojo
Así es, las frutas y verduras de color rojo o morado, como la sandía o el tomate, son mejores que las verdes, ya que contienen altos niveles de flavoroides –particularmente pigmentos antocianicos–, que calman la acción de los genes responsables de almacenar la grasa. Frutas como la ciruela, de esta forma, incorporan componentes fenólicos que modulan la expresión de los genes que nos hacen engordar. Y no solo eso, sino que si además de roja es picante, bajarás más peso. El motivo es que contiene capsaicina, lo que nos hace sudar, por ejemplo, cuando nos comemos un habanero y que actúa un quemagrasas natural.
8. Relajarse o engordar
Incluso si comes bien y haces ejercicio, las situaciones estresantes engordan y no solo porque aliviemos tensiones atracando el frigoríco, sino porque liberamos hidrocortisona, una hormona que produce la acumulación de grasa. Pero además nuestro cerebro interpreta el estrés como fruto de un peligro, así que produce cortisol, adrenalina y noradrenalina en un intento de estimularnos para superar cualquier obstáculo, aunque solo sea una semana dura en el trabajo y no la posibilidad de ser devorado por un guepardo o una hiena, como nuestros primos de las cavernas. La buena noticia es que los alimentos ricos en vitamina C como los pimientos o las coles de bruselas, incluidos en nuestra dieta, pueden ayudar a relajarnos. Aunque resulte algo extraño, y por qué no, nada sabroso, cambiar un bocadillo de panceta por un plato de brócoli. Mejor si nos relajamos.
9. Sube montañas aunque sean ‘indoor’
“Uno de los mejores caminos para tonificar tu cuerpo y quemar calorías es realizar entrenamientos de alta intensidad en la cinta de correr del gimnasio”, sostiene Jimmy Minardi, de Minardi Training. Un buen consejo es empezar con una velocidad de ‘jogging’ y una vez hayas calentado incrementar la inclinación de la cinta un 15% manteniendo la misma velocidad y hacerlo durante 45 segundos. Haz cinco intervalos con 3 a 5 minutos para descansar y verás los resultados.
10. Y hace la vista clara, dicen
“De entre todos los elixires mágicos para perder peso, el menos apreciado es el agua”, dice Ajia Cherry, entrenadora personal y Fundadora de Functional Innovative Training, que recomienda beber un vaso de agua por las mañanas y antes de cada comida para sentirte saciado. Además, el entrenador y creador de Methodology X Dan Roberts sostiene que la deshidratación afecta negativamente al metabolismo
11. Querido diario (de comidas)
No hace falta ser Bridget Jones para cargar con una pequeña libreta en donde anotes los alimentos que consumes. Al menos esto recomienda el entrenador y dietista Jim White, quien afirma que si convertimos esto en un hábito seremos mucho más conscientes de lo que comemos y a qué hora y cantidades, y detectaremos qué debemos cambiar para tener una dieta mucho más equilibrada.