¿Te imaginas el sabor de la carne humana? Acá te contamos sobre eso

BROOKE PALMER/NBC Puede que tus intenciones no sean morderle un brazo a tu compañero de trabajo cuando tienes hambre y aún no es la hora del almuerzo, pero seguro que más de una vez te has preguntado qué sabor tiene la carne humana

¿Te imaginas el sabor de la carne humana? Acá te contamos sobre eso

Autor: Carlos Montes

Puede que tus intenciones no sean morderle un brazo a tu compañero de trabajo cuando tienes hambre y aún no es la hora del almuerzo, pero seguro que más de una vez te has preguntado qué sabor tiene la carne humana. A pesar de que su aspecto es similar al de la carne vacuna, al parecer su sabor es más bien parecido al de la carne de cerdo. ¿Quieres saber un poco más? ¡Anímate! Hannibal Lecter estaría orgulloso de este artículo.

El aspecto de la carne humana

Se podría decir que la carne humana entra dentro del campo de las carnes rojas –como la vacuna–. ¿A qué se debe esto? El color rojo de la carne se debe a una proteína llamada mioglobina, que está ricamente pigmentada, y especialmente en los hemos, compuestos químicos de esa proteína encargados de utilizar el oxígeno como fuente de energía.

Teniendo en cuenta que carnes como la de cerdo, oveja y vaca tienen entre dos y ocho miligramos de mioglobina por gramo de músculo, la concentración de mioglobina en el músculo humano es muy alta: 20 miligramos por gramo de carne en algunas fibras musculares.

El sabor de la carne humana

Asesinos seriales —como por ejemplo Armin Meiwes— y caníbales de la Polinesia han sido los encargados de describir a qué sabe la carne humana, y la conclusión general es que su sabor no coincide con su aspecto. Lo más cercano en sabor sería la carne de cerdo, solo que un poco más fuerte. Por otro lado, William Seabrook, un escritor y periodista, viajó a África en 1920 y describió el sabor de la carne humana como similar al de la ternera.

Su muy descriptiva narración habla de una carne suave, imposible de distinguir su origen, un poco fibrosa y sin un sabor característico como puede tenerlo la carne de cerdo o el pescado. Sin embargo, versiones posteriores indican que las tribus donde estuvo nunca lo dejaron participar de sus costumbres.

Una cosa sí que queda clara: el sabor de la carne humana dependerá del corte y de cómo esté preparado, tal como sucede con la carne de cualquier otro animal. Los humanos somos animales y nuestra carne no posee ningún tóxico que prohíba su consumo. Nada biológico nos impide comernos a nosotros mismos, pero… ¿debemos comernos a nosotros mismos?

Es algo cultural, simplemente hemos evolucionado para no hacerlo. Elcanibalismo en la actualidad está completamente reducido a costumbres culturales muy minoritarias y casos extremos de sociopatía. Un ejemplo de ello es el personaje literario Hannibal Lecter, el caníbal más famoso de la cultura popular.

Vía: http://www.batanga.com


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