Tener estos puntos en consideración, podría salvar la vida de tu mascota.
Puede ser a causa del humo de tabaco, por herencia familiar, un sistema inmunológico que no funcione al 100%, alimentos procesados, o llenos de azúcar, químicos y colorantes, la radiación que producen antenas y aparatos electrónico, la vejez, y por supuesto, la mala suerte. La cosa es que el cáncer es una enfermedad cada día más frecuente y una de las principales causas de muerte en el mundo. Una enfermedad de la que nadie está a salvo, incluso tus mascotas. Y teniendo en cuenta que ellos no pueden advertirnos de lo que sienten o les duele, debemos estar atentos a sus comportamientos, movimientos y aspecto físico.
No te pierdas los 10 principales signos que todo dueño de perros o gatos debe tener en consideración, para una detección temprana del cáncer, y así, evitar que la enfermedad se siga ramificando por el cuerpo de tu mejor amigo. Puede ser que te equivoques, te pongas hipocondríaco con tu mascota y está bien, no eres experto ni veterinario. Pero bueno, siempre es mejor prevenir que lamentar.
Para comenzar, debes tener en cuenta que los cánceres que más se repiten en los perros son:
Mama
Cutáneo
Linfoma
Respiratorio
Digestivo
Y en los gatos:
Linfoma
Mama
Cutáneo
1. Dificultad para la respiración, micción o defecación
Si notas alguno de estos signos, debes acudir al veterinario porque podría tratarse de ciertos tipos de cáncer o metástasis (migración de células cancerosas a otro órgano, siendo casi siempre el pulmón el primer lugar de residencia).
2. Reticencia al ejercicio o baja actividad
Cuando hay metástasis, y por consiguiente, están afectados los pulmones, a la mascota le cuesta trabajo respirar y se puede negar a la actividad física. También puede deberse a la inflamación y dolor en general.
3. Olor desagradable
Es muy común en los cánceres anales y orales-nasales la emisión de olores desagradables. Por ejemplo, un perro con buena dentadura y que presenta halitosis (mal aliento), puede ser cáncer. Un cáncer de mama mal cuidado, o perros con mucho pelo (descuidados) que no dejen visualizar la zona ventral, pueden dar malos olores.
4. Pérdida de apetito
Puede ser desde un cáncer en la misma boca o la nariz, inflamación de los nódulos linfáticos, e incluso un malestar general, lo que provoca que perros y gatos pierdan su apetito. En algunos casos la inflamación de la garganta es tan dolorosa como para impedir siquiera la ingesta de agua.
5. Úlceras que no sanan
Generalmente se asocian las úlceras a diabetes o problemas de piel, pero no está de más descartar con un veterinario, que no se deba a un cáncer por inmunodepresión, dermatopatías (enfermedades de piel).
6. Cojeras persistentes
Muchos cánceres de huesos, músculos o nervios comienzan con leves cojeras que parecieran insignificantes. Pues detrás de ellas algunas veces se esconden neoplasias malignas.
7. Dificultad para comer o tragar
Debido a la inflamación de ganglios, nódulos, músculos, estructuras ósea, es que se complica la deglución de líquidos o sólidos. Por eso, si tu perro o gato se queda mirando el agua y no bebé, debes vigilarlo y no dudar en llevarlo al veterinario.
8. Sangrados o descargas sin razón aparente
Secreciones anormales en prepucio (machos), vagina (hembras), epistaxis (sangrados nasales) o sialorrea (salivación excesiva y sin aparente razón). Además de diarrea o vómitos constantes.
9. Pérdida de peso
Si tu perro o gato come con normalidad, hace ejercicio, es relativamente joven y está adelgazando… algo definitivamente anda mal.
10. Inflamaciones inusuales que no ceden
Una recomendación de los veterinarios es el acariciar mucho a nuestras mascotas. Además de entregarles amor, estamos estimulando la irrigación sanguínea a nivel de epidermis con lo que mejora su pelaje, y lo más importante, podemos detectar alguna inflamación anormal que puede alertarnos desde un simple lipoma (acumulo de grasa) hasta una masa tumoral maligna.